Tales señalamientos se desprenden de los cables de la diplomacia estadounidense dados a conocer por Wikileaks.
Bajo el título de «A las derechas y embajadores imperiales», Zelaya fustiga a la diplomacia de EEUU en su tarea de interpretar a su modo lo que hacen los demás países.
El escrito de Zelaya puede ser leído acá:
http://www.aporrea.org/internacionales/a116773.html
(También está al final de esta nota)
Tal respuesta la da el hondureño ante las revelaciones de Wikileaks.
Lo que dicen los Cables
En el cable del Departamento de Estado 210866, clasificado confidencial y fechado el 8 de junio de 2009, la Embajada de EEUU en Tegucigalpa se refiere al borrador aprobado en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrada el 2 y 3 de junio de 2009 en San Pedro de Sula (Honduras), como «nuestro texto». Éste fue presentado por Zelaya, quien logró el apoyo de Fidel Castro, Chávez y demás líderes del ALBA sin que supieran el origen del borrador.
Zelaya firmó en enero de 2008 un acuerdo comercial con Venezuela a través de Petrocaribe. EEUU sospechó desde el primer momento que «el precio de la barra libre», como lo denomina en el cable 139016 del 28 de enero, tenía un precio político. El acuerdo era por dos años e incluía fuel oil pesado, que es el que utiliza Honduras para generar el 70% de su electricidad. El carburante venezolano daría a Zelaya la liquidez necesaria para sus dos últimos años de mandato y mejorar sus posibilidades de reelección (si lograba los cambios legales necesarios) o de su candidata (Patricia Rodas).
EEUU basó sus primeras sospechas en el hecho de que la firma del acuerdo con Petrocaribe no se realizó durante la visita de Chávez a Honduras, el 15 de enero, sino después de una reunión de la VI Cumbre del ALBA, el 25 de enero, a la que Zelaya envió en calidad de observador a su ex ministro de Exteriores Milton Jiménez.
Honduras entró en el ALBA en agosto de 2003. Días antes, la embajada de EEUU transmitió el cable 166691 en el que dice que la firma era inevitable. Da cuenta de una reunión con empresarios hondureños opuestos a la adhesión. Uno de ellos, Amílcar Bulnes, presidente en funciones de la Cámara de Comercio, dijo que «la pertenencia en ALBA definiría a Honduras como país comunista». La nota dice también que Bulnes pidió a la embajada actuar contra el ALBA antes de que fuera muy tarde. También sugirió una llamada a Roberto Micheletti, presidente del Parlamento y futuro golpista. El cable recoge la confidencia de un dirigente del Partido Nacional que dice que Bulnes no era de fiar, que hacía doble juego y que cobraba del empresario de la comunicación Jaime Rosethantal. La firma del ALBA fue lo que provocó la ruptura entre Zelaya y Micheletti.
Los cables indican que Zelaya mantenía estrecha relación con EEUU. En el cable 210866 del 23 de junio de 2009, mencionado al principio se relata los pormenores de la cumbre de la OEA, celebrada el 2 y 3 de junio de 2009 en San Pedro de Sula (Honduras). En dicha reunión, los países del ALBA presentaron para su aprobación un borrador para lograr la admisión de Cuba en la Organización. La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, presentó una contrapropuesta: levantar la prohibición a Cuba siempre y cuando La Habana se adhiera a los principios de la OEA. Zelaya, según el cable, medió entre EEUU y los países duros del ALBA. Zelaya (siempre según los cables) informó a EEUU de sus dificultades para convencer a sus nuevos socios, a los que amenazó con su retirada de la Alianza.
Zelaya llegó a telefonear a Fidel Castro para que diera su conformidad al texto de compromiso. El ex líder cubano lo dio y eso permitió que los demás países aceptaran el borrador. Lo que devela el cable es que el borrador que aceptaron Castro, Chávez y Ortega era el redactado por EEUU.
Esta es la respuesta del presidente Zelaya a esas revelaciones:
Santo Domingo, República Dominicana, 30 de enero 2011
Lo notorio en los cables diplomáticos de los embajadores imperiales es que se tomen tan en serio, la misión de “interpretar”, desde su beneficio, las cosas que hacemos otros países, que terminen confundiendo el día con la noche, lo negro con lo blanco, y, en general cualquier actitud que les sea adversa.
Nunca van entender las derechas del continente que como países soberanos, tenemos todo el derecho de pelear nuestras luchas, con la perspectiva de ganarlas, y eso logramos precisamente con la anulación de las resoluciones contra Cuba en San Pedro Sula, y con nuestra apertura hacia el socialismo del sur.
Las resoluciones de OEA, en Honduras, a favor de la revolución Cubana, y mi adhesión al ALBA; fueron victorias, porque cada una de ellas produjo la posibilidad de acercarnos a Latinoamérica por la justicia y la libertad que merece el pueblo hondureño.
Patrocinar la anulación de estas resoluciones de 1962, que ni el pueblo cubano, ni sus líderes, en su magnífica dignidad, nos lo pidieron; – fue una iniciativa totalmente de Honduras- y desde luego el imperio americano tampoco tenía interés en la misma. Hubo que sortear todas estas dificultades durante largos 2 años, a la que nos acompañó, y puede dar fe; el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, como todos los cancilleres de América.
La anulación -se realizó unos días antes del Golpe de estado de Honduras – fue una rectificación HISTORICA de esta generación, sobre un error, un crimen cometido por otras gentes, hechas gobierno, cuatro décadas atrás, que llenaron de vergüenza a nuestros pueblos, cuando sin justificación- como quedó demostrado en San Pedro Sula- expulsaron de la organización al país heroico de Martí, Fidel y Maceo.
Nada más, ni nada menos se puede decir de ese hecho histórico.
No entienden las derechas de Washington, que con ellos la relación comercial es estrictamente de negocios; con los hermanos de Latinoamérica construimos la sociedad del futuro. Debemos ver de cerca las permanentes manipulaciones de esta gente que ya demostró una y otra vez, que les resulta más fácil callar la verdad que dejarme retornar a mi pueblo.
A los hombres nos definen nuestros actos, en ese sentido, dejo en manos de la historia y de los pueblos de América Latina el juicio de mis hechos y de mis ideas, de los que estoy profundamente orgulloso.
Hasta la victoria siempre
José Manuel Zelaya Rosales
Coordinador General FNRP