DPA/Agencias

Numerosas personas abandonaron sus casas en la metrópoli de Brisbane, la tercera ciudad de Australia, donde las inundaciones de proporciones bíblicas podrían ser peores que el desastre de 1974, informaron hoy medios locales.

Las carreteras estaban hoy colapsadas de coches cuyos ocupantes trataban de abandonar la metrópoli junto a la costa este. En la ciudad se registraron compras masivas por el miedo a las riadas. Las personas esperaban ante las cajas de los supermercados formando largas colas y las existencias estaban ya prácticamente agotadas en las estanterías.

Un día antes, los torrentes de agua devastaron la ciudad de Toowoomba, 126 kilómetros al oeste de Brisbane . En total, al menos diez personas han muerto ya por las peores riadas en el estado de Queensland de los últimos 50 años. Además, 78 personas siguen desaparecidas, informó la gobernadora de Queensland, Anna Bligh. La política teme que la cifra de muertos aumente por ello considerablemente.

En Brisbane fue suspendido parcialmente el servicio de trenes y autobuses de transporte público, así como de ferrys. La policía bloqueó varias calles. Las autoridades consideran que la situación podría empeorar en los próximos días.

 

LOS PRÓXIMOS DÍAS PODRÍAN SER PEORES


El meteorólogo Brett Harrison teme que fuertes lluvias aumenten considerablemente el caudal de los ríos. “Todo está cargado desde hace tiempo. No es necesaria mucha lluvia para que el nivel de agua suba”.

Se espera que el río Brisbane sobrepase la marca récord de los 5,45 metros registrada en las inundaciones de enero de 1974. El peor día podría ser el jueves próximo. “Tenemos que prepararnos para una experiencia horrorosa”, señaló Bligh.

Los habitantes de Brisbane ponen ahora toda su esperanza en el dique de Wivenhoe, construido tras las riadas de los años 80 a lo largo del río. “El dique de Wivenhoe ha protegido a Brisbane de las inundaciones en las últimas semanas”, destacó el alcalde de Brisbane, Campbell Newman.

Ahora, sin embargo, la represa está llena, agregó. Por ello, tuvieron que ser abiertas las compuertas, para poder mantener la situación bajo control. Según explicó Newman, los ingenieros están dejando salir de forma controlada el agua.

El río que atraviesa el centro de la ciudad, el Brisbane River, se ha desbordado y su cauce cubre ya el paseo a orillas del caudal, por lo que tuvieron que ser desalojados varios tranvías.

Newman cree que los torrentes de agua podrían anegar unas 6.500 casas en Brisbane y unas 80 localidades aledañas podrían resultar también afectadas. Aseguró que alrededor de 6.500 viviendas se encuentran en peligro y otros 16.000 terrenos podrían verse afectados.

 

SE HA PREPARADO UN REFUGIO
En el centro comercial de la ciudad está previsto que mañana miércoles sea cortado el suministro eléctrico. Además, la ciudad ha preparado un refugio. “Quien quiera pernoctar aquí debería traer almohadas, mantas, medicamentos, documentos como, por ejemplo, seguros y mudas para cambiarse”“.

En la página web de la ciudad se ha publicado un listado con depósitos en los que habitantes preocupados pueden hacerse con sacos de arena para evitar que el agua entre en sus viviendas en caso de nuevas trombas.

La catástrofe ha causado hasta ahora daños por un valor de 5.000 millones de dólares australianos (4.900 millones de dólares estadounidenses) y ha destruido millones de toneladas de fruta, cereales y algodón. Más de 20 ciudades han sufrido la devastación. Además, decenas de minas de carbón están anegadas. Más o menos dos terceras parte de Queensland están afectadas por las inundaciones.