Cuando esta mañana la policía ha intentado introducir a los funcionarios en la sede del Gobierno de Mohamed Ghannouchi, algunos manifestantes se han dirigido hacia los agentes, provocando una estampida, según informa AFP. La policía ha lanzado gases lacrimógenos para dispersarles y los manifestantes han respondido con piedras y botellas.
Tras varios minutos de tensión, la calma ha regresado al lugar después de la intervención de los militares apostados ante el Palacio de Gobierno, que han mediado entre policías y manifestantes
«Nos quedaremos hasta que el Gobierno renuncie y huya como Ben Alí», ha declarado un joven estudiante congregado en la explanada exterior de la sede gubernamental, en la vieja medina de Túnez.
Las puertas de la sede del primer ministro están custodiadas por militares. El acceso está cerrado y rodeado por alambradas y cordones policiales y militares.
Hoy se espera la llegada a la capital de otros cientos de manifestantes que salieron ayer de otras regiones del país, como Kaserín o Gafsa, en el centro oeste, para sumarse a las protestas.
Además, el sindicato de la enseñanza ha convocado una huelga en los centros de educación primaria para hoy, día en que en principio debían reanudarse las clases en todo el país, después de semanas suspendidas.