Agencias / Patria Grande
Luego de varias semanas de intensas protestas y una terrible represión, el pueblo de Túnez consiguió su objetivo de echar del gobierno al régimen de Ben Alí. El gobierno tunecino contaba con el respaldo de países occidentales como Francia.
Las manifestaciones se iniciaron a finales del año 2010, cuando el régimen de Ben Alí ejecutó un programa de medidas económicas neoliberales que provocaron el incremento del desempleo y de la pobreza en el país. Ben Alí era acusado de gobernar dictatorialmente bajo la falsa apariencia de democracia.
Este viernes 14 de enro la situación en Túnez se agudizó. Las protestasse hicieron aún más masivas. En un intento por salvar su poder, Ben Alí anunció la disolución del parlamento y elecciones anticipadas. Eso no bastó. La ira popular atacó las lujosas mansiones de los burócratas del gobierno y no se rindió ante la represión. Se estima que más de 30 personas fallecieron durante las manifestaciones.
El primer ministro de Túnez, Mohammed Ghannouchi, anuncio que tomaba el poder temporalmente, mientras en las calles la población festejaba la salida de Ben Alí. Acompañado por el presidente del Parlamento, Fouad Mebazaa, y el del Senado, Abdallah Kallal, Ghannouchi ha afirmado que Ben Ali es “incapaz de asumir sus funciones”.
A pesar de las graves limitaciones que imponía el régimen tunecino a la libertad de expresión y a la terrible represión ejecutada, las grandes potencias europeas ni Estados Unidos hicieron crítica alguna al gobierno de Ben Alí.