Ricard Gonzalez
El mundo

El día de año nuevo empezará para el soldado Bradley Manning, el presunto responsable de las filtraciones de documentos secretos de EEUU a WikiLeaks, igual que los 220 anteriores: encerrado en una celda bajo un duro régimen de aislamiento. Sin fecha aún para su juicio después de más de siete meses en cautiverio, existe una seria preocupación por su estado de salud entre sus familiares y seguidores, que alegan que su régimen penitenciario equivale a una tortura.

Manning, de 23 años de edad, se pasa 23 horas al día en una pequeña celda de la base militar de Quantico, en Virginia. Sus guardias no le dejan realizar ningún tipo de ejercicio físico durante este tiempo, ni tampoco dormir en las horas diurnas. “Si intenta hacer flexiones o abdominales, u otro ejercicio le obligan a parar”, explica David Coombs, su abogado. En la celda hay un colchón, pero no tiene sábanas ni una almohada. Y lo peor de todo, no puede hablar con nadie.

Según los médicos, si una persona es sometida a régimen de aislamiento durante un largo periodo de tiempo es muy probable que desarrolle desórdenes psíquicos que pueden acompañarle toda su vida. Según las pocas personas que han podido visitarle, Manning muestra un carácter cada vez más irritable, y está bajo medicación por depresión. Por esta razón, sus allegados han denunciado esta situación, y la oficina de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra declaró la semana pasada que estudiará su caso.

Manning fue arrestado a mediados de mayo en una base de Kuwait a la que estaba destacado por ser sospechoso de haber filtrado un vídeo del ejército estadounidense en el que se veía el asesinato de varios civiles desde un helicóptero. Posteriormente, al hacerse públicas las filtraciones de los 250.000 cables diplomáticos del Departamento de Estado también se le apuntó como principal sospechoso.

Según Assange, un “prisionero político”

Julian Assange, el fundador de WikiLeaks ha asegurado a la prensa no saber quién está detrás de la filtración de los documentos secretos de EEUU ya que la metodología de su organización preserva el anonimato absoluto de sus fuentes. No obstante, Assange no ha dudado en calificar a Manning de “prisionero político”.

El joven soldado, que puede ver la televisión y leer periódicos, ha declinado realizar cualquier tipo de declaración pública a través de su abogado o sus familiares. Así pues, los motivos exactos que le habrían llevado a realizar la mayor filtración de secretos de Estado en la historia de EEUU continúan siendo un misterio.

Su abogado prevé que Manning será sometido a una audiencia judicial durante los próximos meses, y en primavera a un consejo de guerra en el estado de Nueva York. Los cargos de los que será acusado podrían conllevar una pena máxima de 52 años.

Nacido en el seno de una familia militar en Oklahoma, Manning no posee recursos para sufragar los costes de su defensa en los tribunales, que podrían ascender a 130.000 dólares. Por esta razón, varias organizaciones pacifistas, como “Courage To Resist” o “Code Pink”, han lanzado una campaña para recoger fondos para financiar su defensa. A partir de la venta de camisetas y donaciones, han recaudado ya cerca de 100.000 dólares.

Fuente: http://www.elmundo.es/america/2010/12/30/estados_unidos/1293724357.html