Horacio Cecchi
Página12
Gustavo Adolfo y Eduardo Antonio Juliá, dos hijos del fallecido ex jefe de la Aeronáutica menemista, el brigadier José Juliá, y Gastón Miret, hijo del brigadier José Miret, ex secretario de Planeamiento durante la dictadura, fueron detenidos en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, por tráfico de cocaína. A los detenidos les resultará complicado pasar por mulas o por una confusión de equipaje: el cargamento era de casi una tonelada, un volumen semejante al de un placard de 3 metros cúbicos, y lo trasportaban en un avión de la empresa Medical Jet que, según los registros societarios, los tiene como accionistas principales. Gustavo Juliá ya había pasado por los estrados judiciales: fue investigado por la Oficina Anticorrupción, que lo denunció a la Justicia en julio de 2003 por violación a la ética pública. Había sido incorporado durante el interinato de Eduardo Duhalde a la estructura del PAMI, territorio de Luis Barrionuevo, como gerente económico-financiero. Y como tal firmaba los pagos a su propia empresa por los servicios de vuelos sanitarios que básicamente consistían en trasladar a Barrionuevo hasta Catamarca casi a diario (ver aparte). La empresa Medical Jet, que ahora quedó bajo la lupa de la Justicia española, ya era investigada en Argentina por posibles conexiones con el narcotráfico.
El 1º de enero, los hermanos Juliá y Miret despegaron de Ezeiza en un vuelo irregular privado rumbo a Cabo Verde, en el Jet Challenger 604, de la empresa Medical Jet. La empresa, que fue inscripta como servicio de transporte aéreo de pasajeros en tratamientos médicos y/o emergencias médicas, inició su actividad en el ’93, de la mano del brigadier Juliá, por entonces jefe de la Aeronáutica y que llegó a figurar como presidente de la misma apenas abandonó la actividad pública. MJ estaba contratada por el PAMI para vuelos sanitarios ya en la época de Alderete. También Federal Aviation, otra compañía gemela de Medical Jet, y con sede en la misma dirección, Hipólito Yrigoyen 785. En la primera quedó como director Gustavo Juliá, y en la segunda como presidente su hermano Eduardo. El PAMI utilizaba para vuelos sanitarios hasta 1996 7586 begin_of_the_skype_highlighting 1996 7586 end_of_the_skype_highlighting pesos, tal como figura en la denuncia presentada a la Oficina Anticorrupción. En los tres años siguientes, cuando ejecutaron su contrato las dos empresas, el rubro de PAMI subió a 4,7 millones de pesos, de los cuales 3,2 se pagaron a Federal Aviation y 756 mil a Medical Jet. El titular de la unidad de traslados en ese período era César López Elorraga, yerno de Alderete y piloto de Medical Jet.
Gastón Miret es hijo del brigadier José Miret, que tuvo un importante peso específico en las decisiones de todo el período dictatorial. Designado desde el ’76 entre los cargos referenciales y dependientes directos del dictador Videla, llegó a secretario de Planeamiento y desarrolló un rol trascendente en las negociaciones por la guerra de las Malvinas. José Miret también apareció vinculado al general golpista paraguayo Lino Oviedo, quien prófugo en Argentina vivió en una mansión que le alquilaba Miret a seis mil dólares mensuales de aquella época, y que fue motivo de investigación por parte de la DEA, que seguía el rastro de Oviedo.
En su página oficial de Internet, Medical Jet y Federal Aviation (aparecen asociadas en la misma web) ofrecen los servicios de un Learjet, un Piper Navajo, un Fairchild Metro III (que es un avión de mayor porte) y un helicóptero Bell 222. El Challenger 604 fue adquirido luego.
El domingo 2 de enero pasado, a las tres de la tarde y proveniente de Cabo Verde, el Challenger 604 aterrizó en el aeropuerto internacional El Prat, de Barcelona. Según informó escuetamente la Guardia Civil (ayer era feriado en España y la causa está bajo secreto de sumario) en el avión los uniformados detectaron mediante perros 900 kilos de cocaína cuyo valor en el mercado europeo es de 5 mil euros el kilo, lo que hace la fabulosa cifra de 40 a 45 millones de euros.
¿Dónde cargaron la droga? ¿Cabo Verde fue una escala técnica? Según los datos que surgen del papeleo previo al despegue, el avión de Medical Jet despegó sin carga de Ezeiza, con destino declarado a Cabo Verde. El protocolo no obliga a que revelen el siguiente destino. Cabo Verde es un archipiélago de islas, ubicadas frente a Africa a la altura de Dakar y a unos 7 mil kilómetros de Buenos Aires.
El trámite al que está obligado el piloto antes del despegue es la presentación del manifiesto de vuelo, un formulario en el que declara su partida y punto de arribo, su carga, correo y pasajeros. Primero entrega el manifiesto a la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil), encargada de asignarle un espacio para el despegue. Luego, declara a la Aduana si lleva carga y de qué tipo. En este caso, la Aduana informó que el Challenger iba vacío. En Migraciones se registraron tres personas (en definitiva, los dos Juliá y Miret), y la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), con el conforme de las oficinas anteriores, que dio el visto bueno.
Aunque todo es pasible de verificación, no sólo los sellados sino las características del vuelo apuntan a que el Challenger partió vacío. Un informe de Europol (la Interpol europea) de 2008 al que tuvo acceso este diario sostiene esa hipótesis, ya que situó como uno de los tres principales puntos de embarque de droga hacia Europa a las islas de Cabo Verde. Los otros dos son las Canarias y Guinea Bissau. El informe señala que los cargamentos llegan a esos tres puntos por barco o por aviones que arrojan el cargamento al agua y luego, con lanchas rápidas, levantan la carga y la trasladan a tierra. “Son grandes cargamentos que no se pueden subir a un avión cualquiera –describió un experto a este diario–. Por ejemplo, en este caso el volumen de los 900 kilos ocupa el espacio de un placard de tres metros de altura por un metro de fondo y uno de ancho. Es más fácil cargarlo en los containers que transportan los barcos. Para eso, violan las cintas de los containers de empresas de primerísima línea, meten el cargamento con un sistema que se llama ‘enganchado’ porque lo cuelgan de ganchos. mezclado entre los equipos de computación o lo que sea.”
Pasar semejante cargamento en el aeropuerto de Ezeiza resulta imposible por su visibilidad, lo que lleva a la hipótesis de que partieron de Ezeiza vacíos y en Cabo Verde, de algún modo, lograron birlar el control. El paso siguiente es el vuelo a España, puente hacia la distribución en Europa del norte especialmente. Pasar semejante carga implica una logística previa importante. Nadie arriesga 45 millones de euros y pone en juego su avión y su propio cuerpo en una tómbola. Todos los expertos coinciden en que todos los pasos buscan achicar el riesgo, aunque siempre es una jugada alta. “Con 45 millones de euros hay posibilidad de comprar voluntades para que miren a otro lado”, comentó un investigador. En esta ocasión, por algún motivo, el contacto falló y el control habitual detectó fácilmente el cargamento.
El año pasado, una cantidad excesiva de viajes de las aeronaves de Medical Jet a Mar del Plata, puso en alerta a los investigadores judiciales. En esa zona balnearia, según revelaron, existe la sospecha de movimientos vinculados al narcotráfico de grandes dimensiones. Ahora la pista a Cabo Verde puede revelar parte de las rutas de la cocaína.
Los grandes cargamentos coinciden con lo que los diferentes investigadores de los casos más resonantes aseguran: hay superproducción de cocaína en Colombia, Perú y Bolivia, y las organizaciones deciden correr mayores riesgos traficando mayores volúmenes. De esa manera, se explica que se hayan detectado cargas tan importantes en el puerto de Buenos Aires, el año pasado, o en un supuesto camión trailer del Dakar 2010 en la zona de Campana. El cargamento de Medical Jet confirma esta línea. Y aún no se tiene certeza de la cantidad de viajes que se pudieran haber realizado previamente, si es que éste no fue el primero.