Juan Alonso
Tiempo Argentino
Uno de los hijos del brigadier José Juliá compartió vuelos a Bolivia con dos acusados por la justicia argentina de integrar una red internacional de narcos. Por qué iban a Mar del Plata. Y la relación con Barrionuevo-Camaño.

El avión detenido por la Guardia Civil de España en Barcelona, el pasado 2 de enero, con 944 kilos de cocaína, llegó a la Argentina desde Aruba el último 6 de noviembre. Es un Challenger 600, con matrícula N600AM, bajo licencia de los Estados Unidos. El piloto que solía manejar la aeronave –valuada en alrededor de 10 millones de dólares- era Eduardo Antonio Juliá, de 50 años, preso con su hermano Gustavo Adolfo, de 48, en un calabozo de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, el lugar en donde son alojados los detenidos por causas de narcotráfico, a la espera de una resolución judicial. Ambos son hijos del ex Jefe de la Fuerza Aérea durante la gestión de Carlos Saúl Menem. El brigadier Juliá estuvo a cargo de la fuerza entre el 11 de julio de 1989 y el 15 de julio de 1993. Luego, por medio de contactos con el magnate telespostal Alfredo Yabrán, fundó la compañía Medical Jet, el 1 de marzo de 1994, dedicada a los vuelos sanitarios del PAMI y otras obras sociales.
En junio de 2003, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, uno de los hijos de Juliá, Gustavo, quien ostentaba el cargo de gerente económico financiero del PAMI, fue echado de la obra social de los jubilados tras una serie de irregularidades relacionadas con contrataciones en la época del duhaldista Horacio David Pacheco, ex miembro del directorio del PAMI en el interinato de Eduardo Duhalde. Pacheco, al igual que Juliá –preso en España- respondían a Barrionuevo.
El dirigente sindical gastronómico completó 25 vuelos internacionales entre el 12 de febrero de 2004 y el 27 de mayo de 2007, todos en aviones vinculados con los hermanos Juliá y su empresa familiar Medical Jet. Fueron viajes hechos en compañía de su esposa, la diputada Graciela Camaño, y otras 21 personas; salvo en cinco oportunidades en los que Camaño no viajó con Barrionuevo. En la gran mayoría de los viajes la tripulación estaba integrada por Eduardo Juliá, un piloto llamado Claudio Burgueño y Matías Miret. Barrionuevo y Camaño realizaron más de 30 viajes con los hermanos Juliá.
Una de las rutas preferidas de los hijos del brigadier de Menem era Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Fue así que Gustavo Juliá compartió muchos vuelos con dos personas investigadas por el juez de instrucción Marcelo Aguinsky: Daniel Rogelio Amitrano y el colombiano John Wilson Díaz Vélez –quienes aparecen en una escucha telefónica de la SIDE hablando con un supuesto proveedor de cocaína-, presunto miembro de una red compuesta por la modelo colombiana Angie Sanclemente Valencia.
Ella y otros seis imputados esperan el inicio de un juicio oral, acusados de traficar drogas a Europa a través de valijas que hacían circular en aviones de línea.
La policía también analiza el crecimiento económico de los Juliá y sus socios locales.
Otro de los detenidos en Barcelona es Matías Miret, de 37 años, un experimentado piloto comercial con 1229 vuelos internacionales desde 2000 hasta 2010.
Miret es el hijo del ex secretario de Planeamiento de Jorge Rafael Videla y referente de la última dictadura, José Miret, ascendido a brigadier en 1977 y destinado a Japón en misión oficial en 1979. Tiempo después, el padre de Matías integró una comitiva de mediación ante Inglaterra después de la Guerra de Malvinas, en  junio de 1982, cuando el canciller argentino era Nicanor Costa Méndez.
Los tres detenidos por traficar casi una tonelada de cocaína a España conforman una familia de integrantes de las Fuerzas Armadas. De hecho, tal como publicó Tiempo Argentino en su edición de ayer, Ricardo –otro de los hermanos Juliá– habría sido agente de la SIDE, según denunció la madre de Carlos Menem Jr, Zulema Yoma, y estuvo procesado en esa causa.
La historia del avión de Medical Jet que recaló en Barcelona con 944 kilos de cocaína es sinuosa. Desde que comenzó a operar en el país, el 6 de noviembre pasado, fue comandado por Eduardo Juliá y voló el 7 de diciembre desde Morón a Aeroparque; y luego a Mar del Plata. El 8 de diciembre de 2010 regresó a Buenos Aires, aterrizando de nuevo en Aeroparque, para volver a Morón esa misma noche. Todos los vuelos fueron operados por Eduardo Juliá.
El 18 de diciembre de 2010 completó vuelos de prueba en Morón. Y el 30 de diciembre –dos días antes de partir rumbo a África– viajó desde Morón a Ezeiza. La hora de llegada estaba prevista para las 17:35. Poco después, la misma aeronave, puso proa a Cabo Verde bajo el mando de Matías Miret y Eduardo Juliá como copiloto. El ex funcionario del PAMI duhaldista, Gustavo Adolfo Juliá, se inscribió como pasajero del vuelo que los puso tras las rejas.
Según los  registros oficiales, el Challenger 604, cuyo registro de vuelo era el PRV 600, salió entre las 20:37 y las 20:44 de Ezeiza hacia África.
Una alta fuente de Interpol asegura que allí cargaron la droga que pensaban vender en Europa a un precio superior a los 30 millones de euros