Patria Grande

Mientras los ojos del Pueblo estaban distraídos en el circo montado por los diputiteres golpistas sobre las reformas al Artículo 5, al mismo tiempo (el 12 de enero) fue introducido al Congreso Nacional un proyecto de decreto que prácticamente inicia la entrega de nuestra soberanía nacional a los empresarios extranjeros. Me refiero a la pretensión de crear las llamadas “Regiones Administrativas Especiales” o “Ciudades Modelo”, eufemismo con el que pretenden encubrir a verdaderas zonas de ocupación extranjera.

Según la noticia, esta macabra idea consiste en que las empresas extranjeras que se asienten ahí, estarán exentas de cumplir las leyes del Estado de Honduras con el pretexto de atraer la inversión. Se trata de un régimen distinto al de las Zonas Libres porque en estas el Estado no renuncia a aplicar a los extranjeros la jurisdicción de la Constitución y sus leyes, a quienes se les conceden privilegios. En cambio, en las “Regiones Administrativas Especiales”, los extranjeros podrán utilizar su propia moneda, sus propias leyes, su propia policía, su propio régimen aduanero, sin el aval del Estado de Honduras, conservando la nacionalidad de origen de los inversionistas, y por tanto, la jurisdicción de otros estados dentro del Estado de Honduras. A tal extremo llega la idea que ni la Corte Suprema de Justicia tendrá jurisdicción en esos territorios pues podrán tener sus propios juzgados.

A los hondureños y hondureñas que habiten en esas zonas solo les serán aplicadas las leyes de Defensa, la Ley Electoral, las relativas a la identidad de los hondureños(as) y la del Presupuesto, de acuerdo a la información. Prácticamente serán extranjeros dentro de su propio país, ¡… salvo que podrán votar por golpistas!

Es un modelo similar al que tiene China en Hong Kong y Macao, donde ha entregado a las transnacionales gringas y europeas prácticamente la jurisdicción de esas ciudades.

Independientemente de si le es funcional a los chinos, en el caso de Honduras, un proyecto de ese tipo será de consecuencias nefastas para nuestra Soberanía nacional, con lo cual tendrá que lidiar cualquier otro gobierno que asuma la conducción del país.

A estos traidores a la patria, no les basta con haber concesionado las cuencas de agua y los minerales, propiedad soberana del Pueblo de Honduras, ni con mantener tropas extranjeras en nuestro territorio, sino que ahora pretenden hacer realidad su sueño de entregar el país a los voraces empresarios extranjeros para que exploten nuestros recursos y nuestra mano de obra según sus propias leyes, a cambio, estamos seguros, de una buena tajada en dólares.

Alerta Resistencia. En lugar de estar pensando en quienes serán los y las candidatas al circo electoral de la oligarquía, aprestémonos para defender la Soberanía nacional de las criminales pretensiones del golpismo “reformista”.