Una serie de hechos, el más reciente la decisión del magistrado Antonin Scalia de participar en una actividad del movimiento ultraconservador Tea Party, es una muestra que la interacción de la justicia con las otras dos ramas del poder en el país está politizado, subraya el periódico.
Para Arthur Hellman, profesor de leyes de la Universidad de Pittsburg, una situación así no se veía desde hace más de dos décadas.
USA Today comenta que por primera vez en la historia moderna de la Unión, el máximo órgano de justicia está dividido desde el punto de vista político y no sólo ideológico.
Los cinco conservadores fueron designados por presidentes republicanos y los cuatro liberales por demócrata, agrega.
El rotativo considera que la acumulación de fallos partidistas podría comenzar a cambiar la imagen de los norteamericanos sobre el poder judicial.
Las políticas unilaterales del presidente George W. Bush (2001-2009) crearon un clima enrarecido en Washington, pero la tensión escaló con su sucesor Barack Obama ante la férrea oposición de los republicanos a sus planes.
Esta situación se evidencia en el Congreso, donde las leyes se aprueban o rechazan siguiendo líneas partidistas, salvo algunas excepciones.