El debate tiene lugar cuando los haitianos sufren las secuelas del terremoto de hace un año, una dilatada epidemia de cólera y un conflicto postelectoral sin solución a la vista y asisten pasmados al inesperado regreso del ex dictador Jean Claude Duvalier.
La nación antillana acaba de conmemorar el primer aniversario del temblor de tierra que dejó un saldo de casi 300 mil muertos y un millón 300 mil personas sin vivienda, destruyó 105 mil hogares y colapsó a más de mil instituciones educacionales, hospitalarias y de salud.
Fue una recordación realizada en medio de una gran ausencia de avances sustanciales en la reconstrucción que desde un inicio asumió la ONU como eje fundamental, a través de su misión en Haití (Minustah).
Al mismo tiempo, el país sufre una crisis derivada de los comicios presidenciales del 28 de noviembre, consulta que fue impulsada con insistencia por Naciones Unidas y cuyos cuestionados resultados extremaron la tensión y la incertidumbre.
Un panorama en el cual las figuras de la organización mundial y de su misión son blanco de crecientes críticas por su desempeño y que ahora adquiere tintes insospechados con el retorno a Haití de uno de los más tenebrosos personajes de su historia: Baby Doc.
El ex dictador, hijo, heredero y sucesor en el trono del régimen edificado por su padre, Francois Duvalier, apareció el pasado domingo en Puerto Príncipe, procedente de Francia, donde vivió tras huir de Haití en 1986.
Un regreso que abrió enormes interrogantes en una nación aplastada por calamidades naturales y políticas y sobre el cual el vocero del secretario general de la ONU se ha limitado a señalar que constituye «una fuente de preocupación».
Sin embargo, otros representantes de la organización manifestaron su rechazo a la reaparición de Duvalier en el actual escenario haitiano, como lo hizo Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
El funcionario sostuvo que el retorno del ex dictador saca a la luz todos los asuntos pendientes de impunidad y responsabilidad que lo afectan, entre ellos «cuestiones muy importantes en materia de abusos de los derechos humanos y corrupción».
Por su parte, el francés Michel Forst, experto independiente de la ONU para Haití, confió en que la justicia debe encargarse de varios procesos pendientes contra Duvalier y llamó a apoyar la lucha contra la impunidad.
El especialista recordó que el personaje es objeto de varias causas abiertas por crímenes contra la humanidad, tortura, delitos financieros y actos de traición a la patria.