Dilma en su juventud, integró el movimiento de resistencia contra la dictadura militar, que gobernó Brasil desde 1964 a 1985; fue un régimen represivo, con asesinatos, desapariciones y torturas. Fue una importante guerrillera, uno de los «cerebros» de la organización «Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares»; detenida en 1970 y condenada por un tribunal militar, estuvo presa durante tres años, en los cuales fue torturada.
Se graduó en 1977 en la Escuela de Ciencias Económicas de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. En los años 80 participó de la reconstrucción del Partido Trabajador Brasileño, que luego se llamaría Partido Democrático Laborista (PDT); luchó por la amnistía para los ciudadanos que habían sido perseguidos por el gobierno y perdido sus derechos civiles.
Durante el gobierno de Alceu Collares en Río Grande do Sul, entre 1991 y 1995, Dilma fue Secretaria de Energía. En 1999 se integró al Partido de los Trabajadores, una de las mayores fuerzas de izquierda opositora al gobierno de Fernando Henrique Cardoso (elegido presidente en 1998).
En 2003 Dilma fue Ministra de Energía, en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, cargo que ocupó hasta 2005, cuando fue nombrada Jefa de Gabinete de la Casa Civil. Supo enfrentarse a su trabajo con capacidad, seriedad política y respeto, ganando la confianza y el apoyo social. Su cartera anunció la construcción de usinas nucleares, para atenuar la dependencia del gas boliviano; se anunció también la autosuficiencia petrolera de Brasil.
En el año 2006, después de casi treinta años, el Estado de Rio de Janeiro indemnizó a Dilma y a otras personas, por las torturas sufridas en la carcel en 1970. Dijo que dar a conocer los archivos de la dictadura militar, era importante.