Panorama Alternativo con informacion de AFP
Un diario oficial chino rechazó el martes un reporte de que el país empleó tecnología tomada de un avión estadounidense derribado para su propio programa de un caza invisible.
Las autoridades militares chinas realizaron este mes la primera prueba del prototipo J-20 de avión de combate.
El vuelo fue realizado durante una visita a China por el secretario de Defensa estadounidense Robert Gates y tomó por sorpresa a muchos analistas militares, indicando al parecer que Beijing está adquiriendo tecnología de primer nivel a un paso más rápido que lo esperado.
China dice que el aparato está basado en diseños completamente propios. Un funcionario de defensa no identificado rechazó en declaraciones a the Global Times un reporte de la Associated Press que, citando a funcionarios militares de los Balcanes y potros expertos, dijo que China muy probablemente empleó tecnología de un cazabombarderos estadounidense F-117 Nighthawk derribado en Serbia en 1999.
«No es la primera vez en que la prensa extranjera calumnia nueva tecnología militar china. No tiene sentido responder a esas conjeturas», dijo el funcionario al Global Times, que es publicado por el periódico oficial del Partido Comunista chino.
Estados Unidos tiene el único otro caza invisible en servicio activo, el F22 Raptor. Además, está empleando tecnología invisible en el F-35 Joint Strike Fighter, mientras que Rusia va a poner en servicio en unos cuatro años el avión de combate Su T-50.
Los Nighthawks fueron los primeros aviones caza invisibles en el mundo y se les llama así porque son difíciles de detectar en los radares.
El 27 de marzo de 1999, durante los bombardeos aéreos de la OTAN sobre Serbia durante la guerra de Kosovo, un misil antiaéreo serbio derribó uno de los Nighthawks. El piloto se eyectó de la nave y fue rescatado posteriormente.
Los restos del aparato quedaron diseminados en una amplia zona de terrenos agrícolas planos. Los civiles recogieron las partes y las guardaron como recuerdo.
«En aquella época, nuestros informes de inteligencia daban cuenta de agentes chinos que recorrían la región donde se desintegró el F-117 y compraron partes del aparato a los agricultores locales», dice el almirante Davor Domazet-Loso, quien fue jefe del estado mayor de Croacia durante la guerra de Kosovo.