De acuerdo con lo previsto, Rousseff llegará este lunes a Buenos Aires cerca de las 11, acompañada por miembros de su gabinete, quienes arribarán al Aeroparque metropolitano Jorge Newbery.
La agenda comenzará alrededor de las 11.30 cuando la mandataria se reúna con Cristina en la Casa Rosada, donde en forma paralela se desarrollará un encuentro entre ministros de ambos países.
Luego, Rousseff se entrevistará con representantes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, también en la Casa de Gobierno, tras lo cual, junto a la delegación brasileña, partirá rumbo al Palacio San Martín de la Cancillería.
A las 14, Cristina, allí ofrecerá un almuerzo en honor de su par brasileña y de la importante comitiva que la acompañará, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En las horas previas al viaje, el primero que realiza al exterior desde que asumió como presidenta el 1 de enero pasado, Dilma afirmó que con Cristina Fernández de Kirchner buscará un vínculo extremadamente estrecho.
«El gobierno brasileño asume, una vez más, el compromiso con el gobierno argentino de una política conjunta en la estrategia de desarrollo de la región. Para mí la idea fuerza es la de una relación estratégica con Argentina, que debe manifestarse en todas las áreas de interés de ambos países», afirmó Rousseff en diálogo con la prensa.
También destacó: «Con Argentina tendremos una política muy fuerte de creación y desarrollo de proveedores para la exploración y explotación del petróleo en la capa pre-sal».
Dilma consideró, además, que dos presidentas mujeres constituyen un hecho para festejar, porque los dos mayores países del Cono Sur están dando una demostración de que sus sociedades evolucionaron en el sentido de superar el tradicional preconcepto que existía contra la mujer y en el sur del mundo.
La sucesora de Lula fue enfática al señalar que desea tener una relación extremadamente estrecha con la presidenta Kirchner, para explicar que ello será así porque Brasil y la Argentina son países que tienen responsabilidades ante el conjunto de América latina, en el sentido de hacer que nuestra región tenga cada vez más presencia en el escenario internacional.
La mandataria brasileña añadió que esa presencia de Brasil y la Argentina articulados con líderes que son mujeres también permitirá una presencia mayor en los órganos de articulación internacional.
Rousseff resaltó, además, el liderazgo de Argentina en el G-77, y dijo que esa posición en el grupo de los países en vías de desarrollo facilitará la defensa de los intereses de los países del Sur.
Al referirse a la Unasur, Dilma afirmó que su idea para la conducción -que quedó vacante tras la muerte de su secretario general Néstor Kirchner- es que haya «rotación».
Dilma estimó que también para Unasur es muy importante esa relación entre Brasil y Argentina. «Le voy a dar continuidad y voy a profundizar el compromiso brasileño, que asumimos de modo muy firme ya desde el gobierno de Lula».