La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), fueron las organizaciones que convocaron el paro y lideran las protestas que se desarrollan en la capital.
De acuerdo con la convocatoria, las oficinas públicas estarán este martes paralizadas y seguirán la medida de presión el jueves, ya que en Chile, el miércoles es feriado.
La huelga fue acatada por los empleados de los servicios de salud, colegios, municipios y ministerios, y se prolongará hasta que el Ejecutivo presente al menos una mejor oferta de reajuste salarial.
Los empleados públicos además desarrollarán este martes movilizaciones en toda la nación, mientras que en la capital se concentrarán en la Plaza de los Héroes.
“Se ha presentado ante el Senado el mismo monto que ya rechazaron los diputados y que no aceptan los 14 gremios de la administración pública”, explicó Martínez.
Indicó que los sindicatos demandan un reajuste del 6 por ciento, por debajo del 8,9 por ciento solicitado inicialmente.
Por su parte, la presidenta de la Confederación de Salud Municipalizada, Carolina Espinoza, criticó la poca disposición del gobierno para atender la demanda de los empleados públicos.
Espinoza, denunció que «no hay ninguna disposición al diálogo ni con nosotros ni con los parlamentarios y en ese escenario el camino de la lucha y reivindicación social es el único que nos queda para hacernos escuchar».
“Nos parece una tozudez que el Gobierno insista en reinstalar un nuevo proyecto de ley, a través del Senado, ya que fue rechazado por la Cámara de Diputados, si tiene el amplio rechazo del mundo político y social», agregó.
El gremio también exige otras reivindicaciones sociales, entre estas, beneficios relacionados con la estabilidad laboral.
Durante el Gobierno de Piñera, trabajadores del sector minero también han desarrollado protestas en demanda de mejores retribuciones salariales y de protección a la integridad de los empleados.
Este martes, la consultora Adimark, vinculada a sectores empresariales, reveló que la popularidad del presidente Sebastián Piñera descendió significativamente entre octubre y noviembre de este año, meses en los que pasó de un 63 por ciento de aceptación a un 50 por ciento.