Michael Moore
Amigos:
Dos veces en cuatro días, mi nombre ha aparecido en los cables secretos de la era Bush revelados por WikiLeaks. Afortunado yo. Aunque no tan trascendental como la revelación de las fechorías estadounidenses en Iraq y Afganistán, estos cables clasificados ofrecen un impresionante y extraño vistazo de las mentes paranoicas de la Casa Blanca de Bush cuando se trataba del tema de un Michael Francis Moore.
Y teniendo en cuenta que WikiLeaks solamente ha revelado 1.826 cables de su planeada filtración de 251.287 -y ya he jugado un papel protagonista dos veces- sólo puedo decir que espero con confusa expectación la continuación de dicha trama.
La más reciente revelación de cables secretos aparece en el periódico The Guardian de Londres. Se titula “EE.UU. intervino por la exhibición de un documental de Michael Moore en Nueva Zelanda”. ¡Oh sí, querido! ¡Nueva Zelanda es donde detendremos a Moore y su banda de malhechores!
El cable está fechado el 30 de julio de 2004. ‘Fahrenheit 9/11‘ ya era un gran éxito en los Estados Unidos. Sólo para darle una idea de cuán enorme, se había colocado en el primer puesto de la taquilla, único documental que logró tal hazaña y había recaudado más en su semana de estreno que ‘Star Wars: Return of the Jedi’.
Pero no fue fácil llegar allí. Disney (que era dueña de Miramax) se enfureció cuando vio el corte final. Por lo tanto sacaron la película de su programación teatral. Entonces, ponen un bloqueo permanente sobre su estreno, asegurando que nadie lo vería. Sin embargo el New York Times, en una historia de portada, informó de que la verdadera razón por la que Disney odiaba ’Fahrenheit‘ era porque estaban preocupados por las excepciones fiscales que obtuvo en la Florida de Jeb Bush para Disney World. Esto causó cierto bochorno, por lo que Disney vendió ‘Fahrenheit’ a los hermanos Weinstein, quienes dijeron que gastarían su propio dinero para distribuirlo.
El estreno de la película causó preocupación en la Casa Blanca, ya que este fue año de reelección. Ellos contrataron a un encuestador que les dijo que la película podría inclinar la elección. Eso fue suficiente para que empezaran a actuar. Gran parte de julio fue un incesante aluvión de ataques a la película y a mí. Pero que sólo resultó en que se vendieron más entradas.
Lo que nos lleva a Wellington, la capital de Nueva Zelanda. Hay pocas naciones de la tierra aún más lejos de nosotros. Un capítulo local del gobernante Partido Laborista aparentemente ha decidido hacer una proyección de ‘Fahrenheit 9/11′ para recaudar fondos. Sería presentada por la Secretaria de Medio Ambiente del gabinete del Primer Ministro.
Pues bien, cuando la embajada de Estados Unidos en Wellington se enteró, fue como si se armara la gorda. ¡Estados Unidos estaba ofendido! Se hicieron llamadas telefónicas al primer ministro! Luego a la secretaria de gabinete! Nosotros… no… estamos… contentos!
Al parecer, los neozelandeses cedieron y la secretaria de gabinete se retiró como anfitriona. Un suspiro de alivio corrió por la embajada americana. ¡Moore parado! El cable hacia Washington mostró que la embajada no tenía ningún problema en llevarse el mérito por poner el freno en le saluda sinceramente:
“… es probable que este potencial fiasco sólo se evitara debido a nuestras llamadas telefónicas -para nosotros es evidente que ni el ministro ni nadie en el gobierno laborista parece haber pensado que había algo malo en que una ministra experimentada fuera la anfitriona de tal evento.”
Entonces he aquí mi pregunta:
¿De verdad?
¿Me refiero, en serio realmente? ¿Es así cómo el Departamento de Estado de Bush estaba gastando su tiempo -en una sola proyección de ‘Fahrenheit 9/11′ en la fenomenal Nueva Zelanda? ¿O quizás… este tipo de interferencia sólo le estaba sucediendo a Nueva Zelanda? Llámenme loco, pero presiento que eso no para allí. Justamente ahora cuando un ejecutivo del seguro de salud se ha presentado como denunciante para revelar los millones gastados para difamar a ‘Sicko‘, no dejo de esperar el día en que el denunciante de la Casa Blanca de Bush se presente para contar la fascinante historia de cómo el equipo de Bush creyó que tenían que hacer algo -cualquier cosa- para detener «Fahrenheit.» O peor (como el “Plan B” que las compañías de seguro de salud discutieron- empujar a “Michael Moore por un precipicio.”). No quería pensar en lo que sería el Plan B de Bush. Sólo que no valía la pena perder el sentido de la realidad. Por lo tanto ignoré las cosas que oiría, mantuve la cabeza hacia abajo y continué.
Pero, te hace pensar. Y yo le pregunto, ¿Es justo plantearlo? Si están enfocados en alguna insignificante proyección en Nueva Zelanda, ¿Qué otra cosa iban a hacer? Y no hago referencia a mi persona. Me refiero a cualquier persona que estuviese en su lista de enemigos…
No puedo esperar a leer más cables clasificados.
Atentamente, Michael Moore MMFlint@aol.com MichaelMoore.com
PD: Por supuesto, si tomo en consideración las falsas reclamaciones que el Departamento de Estado hizo sobre mi película “Sicko“ en otro cable “secreto”, creo que todo es posible.
P.P.S. No te pierdas las revelaciones REALES del primer lote de cables de Wikileaks. Por ejemplo, la administración de Obama trabajó con los republicanos para eliminar una investigación española sobre la tortura en la administración Bush. Pfizer contrató a un investigador privado para desenterrar la suciedad del Fiscal General de Nigeria. El embajador de Bush en Francia planeaba “tomar represalias” contra el país por defender a Monsanto. Y estamos a menos de 1% del camino…