Página12

“No somos espías. Recabamos información, igual que hace un abogado o un periodista”, aclaró la vocera de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, Shannon Farrell, en respuesta a las críticas que la revelación de documentos secretos del gobierno estadounidense provocó en todo el mundo, y en defensa de los representantes diplomáticos norteamericanos.

Shannon insistió en esta cuestión, al resaltar que el hecho de que la actividad de los funcionarios se desarrolle “en privado no implica que seamos espías. Yo no soy espía, soy diplomática, y una cosa no tiene nada que ver con la otra”, subrayó.

Frente al escándalo por la divulgación de cables intercambiados entre el Departamento de Estado y sus embajadas, Shannon defendió al servicio diplomático de su país. “Nosotros mantenemos contactos con funcionarios, con personas de la sociedad civil, con periodistas; parte de nuestro trabajo es generar contactos, pero no tenemos control de nadie”, explicó.

Añadió que las “personas que quieren contactarse con nosotros e intercambiar información” son libres de hacerlo, sin ningún tipo de presión. Además, añadió: “Mucha gente está incómoda por lo que está escrito en los informes y nosotros sentimos eso también, estamos incómodos ante eso”.

 

No obstante, señaló que lo que le sucedió al Departamento de Estado, encabezado por Hillary Clinton, podría haber afectado a cualquier cancillería de cualquier nación. “Nosotros somos especialistas, hablamos varios idiomas, tenemos conocimientos de varios países y mucha gente no sabe lo que es la función diplomática, no sabe que esta información, igual que entre abogados y sus clientes, entre un médico y sus pacientes, entre los periodistas y sus fuentes, debería mantenerse en forma privada”, puntualizó.

Tras las recientes disculpas expresadas por Clinton ante este escenario, Shannon sostuvo que “lamentar” este episodio “es lamentar que, por alguna razón”, el sistema de las medidas de seguridad para “proteger esta información fue comprometido”. No obstante, descartó que la secretaria de Estado renuncie a raíz de esta controversia. “Para nosotros ella es una líder extraordinaria, estamos orgullosos de tenerla”, remarcó.

Y explicó que “la gran mayoría de los informes que se escriben, lo hacen funcionarios diplomáticos de carrera de mucho menor rango, así que yo dudo mucho de que haya cambios con embajadores y funcionarios de alto rango del Departamento de Estado”.

Shannon precisó: “Queremos asegurar a todos los contactos y los aliados de las personas con quienes trabajamos que estamos trabajando intensamente en estos días para reforzar las medidas de seguridad y los controles internos para que esto jamás vuelva a pasar”.

Por último, dijo no estar en condiciones de aventurar cuántos de los 250 mil cables reservados en poder del sitio Wikileaks serán difundidos. “Todavía no se sabe. El New York Times ha dicho que ciertos informes no se van a revelar por cuestiones de seguridad nacional”, pero “comparado con la cantidad de informes que tienen, 250 mil, se han publicado muy pocos y todos los días van revelando más cosas, así que no se sabe dónde va a parar esto”, concluyó.