“El contacto con biodiésel, considerado una alternativa menos dañina que los combustibles fósiles, puede provocar mutaciones genéticas”, concluyó una investigación que duró tres años y fue desarrollada para la tesis de doctorado de la bióloga Daniela Morais Leme, en el Instituto de Biociencias de la brasileña Universidad Estadual de San Pablo.
La noticia, de escasa difusión en la prensa argentina, recorrió el mundo el mes pasado cuando fue publicada por agencias de Italia, Alemania, China, y desde luego Brasil. Según la información recogida por El Enfiteuta de medios internacionales el estudio de la brasileña pone en duda la opción del biodiésel como la “energía verde” del mañana.
Morais Leme identificó posibles impactos ambientales en un combustible desarrollado precisamente para reducir el impacto de los combustibles fósiles, informó hace un mes el portal Ciencia Hoje, de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia.
La investigación le valió a la bióloga de 29 años de la universidad paulista un galardón que le otorgó el gobierno alemán con el premio Green Talens concedido para incentivar la realización de estudios sobre desarrollo sustentable.
De acuerdo con Morais Leme, pese a los beneficios del llamado biodiésel, posibles derrames de este combustible verde en el suelo o en el agua pueden provocar mutaciones en organismos vivos.
El biodiésel, producido a partir de plantas oleaginosas como la soja, el ricino o el girasol, es mezclado en Brasil al gasoil de origen mineral, del mismo modo que en la Argentina a partir de la ley de Biocombustibles que comenzó a regir en 2010 con un corte obligatorio para el combustible fósil.
Las pruebas realizadas por la investigadora “demostraron que un posible derrame del biodiésel puede alterar el ADN de organismos vivos”, destaca la prensa internacional. El estudio identificó diferentes tasas de mutación provocadas por el biocombustible en células de organismos como cebolla y la bacteria salmonella.
Los experimentos fueron realizados con diesel derivado de la soja, una de las materias primas más usada en Brasil y Argentina para la producción del combustible dada la elevada disponibilidad y eficacia. “Este biodiésel fue mutagénico en todas las pruebas que hicimos”, aseguró Morais Leme.
Pese a que la bióloga reconoce que los resultados aún tienen que ser confirmados con nuevos experimentos, advierte que las mutaciones pueden ser provocadas por algunos compuestos presentes específicamente en la soja.
“La soja tiene fitoestrógenos que son considerados contaminantes emergentes capaces de inducir mutaciones y que no son eliminados en el proceso de producción del biodiésel”, sostuvo la joven investigadora. Aunque en ningún momento se menciona el uso de soja transgénica en el biodiésel utilizado para los experimentos ni su posible influencia en el resultado.
Pero para la bióloga los datos preliminares indican que la selección de materia prima con las que se fabricará el biodiésel tiene que tener en cuenta criterios de impacto ambiental, además de los de disponibilidad y rendimiento. “Tenemos que ser cautelosos al tratar el biodiésel como un combustible ecológicamente seguro”, concluyó la investigadora.
Si la comunidad científica confirma los resultados obtenidos por la brasileña las empresas aceiteras nacionales y multinacionales podrían sufrir consecuencias debido al nivel de exportaciones de biodiésel a base de soja que se realizan desde el Mercosur.
En la Argentina las exportaciones durante noviembre por ese biocombustibles alcanzaron un récord histórico en valor al totalizar ventas desde enero por 1.101 millones de dólares. Estas colocaciones al mundo, especialmente a la UE, representaron un aumento del 36% respecto de las ventas realizadas en 2009, según datos del Indec.