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El canciller Héctor Timerman pidió hoy no transformar en un «tema político» la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de no asistir a la asunción de la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, el 1 de enero, y sostuvo que «está todo conversado» con el gobierno de ese país y «no hay ningún problema».
«Es un año complicado para la Presidenta y será la primer fiesta que pasa sin su compañero (Néstor Kirchner), así que ha hecho una larga meditación sobre el tema, está todo conversado con Brasil y no hay ningún problema. No hagamos de esto un tema político cuando es personal», pidió Timerman en declaraciones a radio América.

Timerman será quien presida la delegación argentina que participará de las ceremonias de asunción de Rousseff y el domingo mantendrá el primer encuentro bilateral con el nuevo ministro de Relaciones Exteriores del Brasil, Antonio de Aguiar Patriota.

El canciller destacó que con Patriota lo une «una profunda amistad» y que lo «ha honrado con la primer bilateral» que mantendrá como nuevo funcionario.

Para Timerman, las expectativas con la llegada de Rousseff al poder «son muy buenas», ya que «representa la continuidad del proceso de integración fantástico entre los países del Mercosur».

Asimismo, informó que durante su estadía en Brasil está impulsando una reunión con cancilleres de la Unasur para consensuar el nombre de quien ocupará la secretaría general del bloque, que presidía el fallecido Néstor Kirchner.

«Es imprescindible nombrar un secretario general, pero hay pocos que tienen la altura de Kirchner, y esa sensación de dificultad para llenar ese vacio nos impide consensuar un candidato», dijo, aunque señaló que por el momento «hay dos candidatos firmes».

Se trata de la ex ministra colombiana, María Emma Mejía y el ex ministro venezolano Alí Rodríguez, según precisó.

Al realizar un balance del 2010 en la región, el canciller sostuvo que fue «un muy buen año» y recalcó principalmente «el establecimiento de la Unasur como grupo de mucha influencia en la región».

Asimismo defendió las medidas económicas que están tomando en la región las gestiones de Hugo Chávez en Venezuela y Evo Morales en Bolivia, al destacar que «han elegido soluciones en defensa de los intereses populares».

En tanto, volvió a señalar que el reclamo del gobierno argentino por la soberanía de las islas Malvinas es «prioridad absoluta y total» del gobierno, y destacó el logro de que toda América Latina apoye este reclamo.