El ministro de Exteriores australiano, Kevin Rudd, declaró ayer que las personas que filtraron originalmente los documentos secretos, y no Assange, deben enfrentar a la justicia.
Agregó que la publicación de los cables genera preguntas acerca de lo «adecuado» del sistema de seguridad norteamericano.
Además, Rudd indicó que su país presta ayuda consular al fundador del portal WikiLeaks tras su detención en Londres.
La embajada australiana en Reino Unido se puso en contacto con Assange tras su comparecencia el martes ante el juez por una orden de extradición emitida por las autoridades suecas a causa de un presunto delito de acoso sexual.
Según el periódico inglés The Independent, es posible que EEUU presente cargos de espionaje contra el australiano de 39 años, por estar a cargo del sitio que publicó cientos de miles de documentos diplomáticos secretos del Departamento de Estado.
«Han comenzado discusiones informales entre funcionarios de Estados Unidos y Suecia sobre la posibilidad que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sea entregado a la custodia estadounidense», declararon fuentes diplomáticas al diario británico.
No obstante, el ministro sueco de Relaciones Exteriores, Carl Bildt, indicó que las autoridades suecas y estadounidenses no han tenido contactos sobre una eventual extradición de Assange.
«La respuesta es no», respondió Bildt a la pregunta sobre contactos entre Suecia y EEUU.