“Los hechos (…) responden a un proceso de generar inestabilidad y zozobra en la sociedad en un momento particular que vive la Argentina”, expresó el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
Los disturbios se desataron luego de que se interrumpiera el servicio de trenes por unas siete horas tras las protestas que organizaron grupos sindicales de trabajadores tercerizados despedidos que pedían ser nuevamente contratados.
Estas manifestaciones terminaron en enfrentamientos entre grupos gremiales que dejaron varias personas heridas.
Sobre las manifestaciones, el ministro de Justicia, Ricardo Alak, añadió que “fue una acción evidentemente planificada por grupos que quieren desestabilizar” a la nación.
Sumado a esto, miembros del Movimiento Tierra y Vivienda de Argentina y habitantes de caseríos, efectuaron tomas de tierras en un parque en la zona sur de la capital
Estas tomas desembocaron también en actos de violencia entre ocupantes del parque y vecinos del lugar en los que se usaron armas de fuego que dejaron tres muertos y serias disputas entre el Gobierno federal y la alcaldía de Buenos Aires.
Randazzo señaló al alcalde porteño Mauricio Macri y al ex presidente Eduardo Duhalde ( 2002 – 2003), de promover los enfrentamientos
“Hemos escuchado al doctor Duhalde antes que ocurran estos hechos hablando de un estado preanárquico, que las fuerzas de seguridad deben imponer el orden, que hay que reprimir y no tener miedo a la palabra y justamente se da un corte en la linea Roca que precisamente es por el mismo motivo del asesinato del compañero del Partido Obrero, Mariano Ferreyra”, explicó el ministro a la prensa local.