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El mandatario de Guyana, Bharrat Jagdeo, al asumir la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), destacó la importancia de que este mecanismo de integración sea incondicional en la aplicación del protocolo democrático que acordaron por unanimidad los cancilleres este jueves, el cual establece sanciones a los Estados que rompan el hilo constitucional o que apoyen países cuyos mandatarios hayan ascendido al poder de forma ilegítima.

«Debemos ser incondicionales en la aplicación del protocolo democrático», indicó, independientemente de las ideologías de los países que tengan sus democracias amenazadas. «Tenemos que asegurar que esto no pase en nuestra región», expresó durante la IV Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se celebra este viernes en el Centro Internacional de Convenciones de Georgetown, en Guyana.

La consolidación de una economía continental cada vez más fuerte, la defensa del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y el establecimiento de un Parlamento de Unasur o la coordinación de los esfuerzos legislativos fueron los aspectos destacados por el mandatario como próximos retos del mecanismo de integración.

«Debemos explorar qué puede hacer Unasur para tener más prosperidad y progreso social para nuestros ciudadanos (…) Debemos construir un modelo económico que evite distorsiones», añadió.

Apuntó que también se requiere fortalecer al grupo para enfrentar problemas internacionales como el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo y la corrupción global.

Jagdeo agradeció al mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, de quien recibió la dirección de la Unasur, por su energía y óptimo manejo en la dificultades que enfrentó durante la Presidencia pro témpore de la Unasur. «Fue un valor inmenso para nosotros», expresó.

Señaló que el hecho de que un país como Guyana asuma la guía de este mecanismo de integracón demuestra que la unión de la región no sólo estriba en la historia sino en que comparten valores comunes, entre ellos la creencia en que todas las personas y naciones deben ser tratados con igualdad, sin importar si son pequeñas, grandes, pobres o ricos.

«Estoy agradecido por esta creencia, pero más importante aún, como suramericano, estoy orgulloso y tengo esperanza de que tendremos un mundo mejor», añadió.

Bharrat Jagdeo llamó a impulsar una acción conjunta para hacer realidad los valores establecidos en el acuerdo constitutivo de Unasur (apoyo a la democracia, abrazar la multiculturalidad y el bienestar de los pueblos, proteger el ambiente y luchar por la igualdad).

Estimó que Suramérica puede sentirse hoy satisfecha porque ya la región no está asociada a dictaduras ni a la producción primaria. «Suramérica ya no se ve como algo extraño a la economía internacional», acotó.

«Veo a Unasur como crucial para alcanzar nuestro destino continental. Por muchos años no lo hicimos. Ahora tenemos que construir nuestra economía a través de instituciones democráticas, tomando decisiones para abrir nuestras economías, reconstruir nuestros servicios sociales, promover infraestructuras comunes», comentó.

De igual modo, el presidente Jagdeo llamó a acercar aun más a los países del Caribe a Suramérica.

En la IV Cumbre de Unasur participan ocho jefes de Estado y de Gobierno y delegaciones de otros cuatro países, encabezadas por sus respectivos cancilleres.

Acompañan al mandatario anfitrión su colega ecuatoriano, Rafael Correa; el presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva; de Paraguay, Fernando Lugo; de Argentina, Cristina Fernández; de Surinam, Desi Bouterse; de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Hugo Chávez.

A la cita acuden, igualmente, los cancilleres de Bolivia, David Choquehuanca; de Chile, Alfredo Moreno; de Perú, José García Belaúnde; y de Uruguay, Luis Almagro.