En esos términos se pronunció este viernes el delegado del Polisario en España, Bucharaya Beyin, quien advirtió que ese movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental dispone de armas, hombres y voluntades suficientes para ir a una guerra.
Durante una rueda de prensa en Madrid, Beyin aclaró, sin embargo, que más que tocar tambores de guerra, su organización apuesta por el derecho a la libre determinación saharaui como única salida pacífica posible, lo cual es rechazado por Marruecos.
El dirigente enfatizó que ese sentimiento toma forma no sólo por la ocupación de Rabat y su trato vejatorio hacia los saharauis, sino también por el silencio y la complicidad de la comunidad internacional.
A su juicio, la opinión pública mundial no ha hecho nada para que se respete el derecho y las resoluciones de Naciones Unidas sobre el contencioso en la antigua colonia española, anexada por Marruecos en 1975.
Alertó que la responsabilidad de una posible conflagración la tendrán que asumir quienes con su silencio e indiferencia han animado al reino alawita a seguir violando el derecho internacional.
El representante del Polisario en esta nación europea denunció, por enésima vez, el mutismo informativo que rodea al diferendo y todo lo ocurrido durante el asalto violento al campamento de 20 mil civiles y los posteriores enfrentamientos en El Aaiún.
Seguimos sin saber cuántos muertos y heridos causaron los disturbios, así como la identidad y paradero de las víctimas, remarcó Beyin tras señalar que las autoridades marroquíes cerraron la capital del Sahara, donde impera un bloqueo informativo.
Respecto a la solicitud de una investigación independiente para tener conocimiento exacto de lo sucedido, propuesta lanzada por la canciller española, Trinidad Jiménez, el delegado del Polisario se mostró escéptico.
Sobre el particular puntualizó que Marruecos, además de impedir el acceso a los medios de comunicación extranjeros, prohíbe la entrada de observadores internacionales.
A través de su vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, España reiteró hoy que lamenta (en lugar de condenar) los episodios de violencia en el Sahara y espera tener mayores precisiones para fijar una postura definitiva.
Todos los partidos políticos del país ibérico reclamaron al Gobierno una condena firme de los más recientes acontecimientos y pidieron que no se antepongan los intereses económicos a la defensa de los derechos humanos y de la dignidad del pueblo saharaui.