Al contrario de lo que estaba previsto originalmente, el mandatario brasileño no viajó acompañado por su sucesora electa, Dilma Rousseff, quien permaneció en Brasilia en reuniones con su equipo de transición y preparando el gabinete con el que gobernará el país a partir del 1 de enero de 2011.
El presidente brasileño ha sido apuntado por analistas como un posible candidato al cargo de secretario general de la Unasur, que quedó vacante el 27 de octubre pasado a raíz de la muerte del ex presidente de Argentina Néstor Kirchner.
Lula, sin embargo, no parece interesado en aceptar el cargo y en varias ocasiones afirmó que, tras dejar la Presidencia, pretende “descansar por unos cuatro meses” y luego se dedicará a impulsar la adopción en países pobres de Latinoamérica y de África de programas sociales que adoptó con éxito en Brasil durante su gestión como presidente (2003-2010).
“No tengo cara de embajador. No quiero ser embajador. Quiero ser un ciudadano brasileño… No hay nada peor que un ex presidente que busca desempeñar el papel de presidente”, dijo recientemente.