Lucía Berbeo

Rebelión

 

Con el fin de crear una matriz de opinión negativa orquestada por los medios de comunicación social de la derecha a nivel nacional e internaciacional se ha venido ejecutando una campaña mediática, luego de los señalamientos que efectuó el narcontraficante sirio Walid Makled, quien desde territorio neogranadino advirtió que tuvo fuertes vínculos con personeros del Gobierno Nacional y militar.

Ante tal acusaciones de inmediato se encendió las alarmas, originando que el Jefe de Estado, Hugo Chávez, expresó que esas declaraciones son infundaciones, sin valor aguno y solicitó a su par colombiano, Manuel Santos la extradicción de Makled, quien está indiciado en Venezuela de los delitos de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, legitimación de capitales y asociación para delinquir, además de estar presuntamente implicado de los asesinatos de un médico veterinario y un periodista.

Chávez detalló que su par de Colombia, Juan Manuel Santos, le aseguró, en la reunión que sostuvieron el pasado martes 2 de noviembre en Caracas, que el Gobierno neogranadino cumplirá con su compromiso de enviar a territorio venezolano a este solicitado. “Aún cuando el tema (Walid Makled) no lo hablamos públicamente, si lo hablamos en privado para insistir en la necesidad de que nos enviaran, cumpliendo con todas las normas del derecho internacional, a este gran delincuente para seguirle juicio, que ya está abierto por narcotráfico, lavado de capitales, asesinato y quien sabe cuantas cosas”, expresó.

Por su parte, el ex Vicepresidente Ejecutivo, José Vicente Rangel, durante su programa de televisión, expresó que «acusaciones no comprobadas del narcotraficante Walid Makled contra altos funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y de la seguridad del Estado, pudieran responder a intereses de sectores políticos del vecino país que buscan afectar el proceso de recomposición de las relaciones de ambas naciones y el clima de cordialidad que impera entre los presidentes Santos y Chávez».

Cabe destacar, que una semana después de producirse la captura, en Colombia, de Walid Makled, el 19 de agosto de 2010, el Gobierno venezolano solicitó la orden de extradición de este ciudadano a territorio nacional, demanda que fue reiterada el 3 de septiembre y nuevamente el 4 de octubre, así lo informó Néstor Reverol, Director de la Oficina Nacional Antidroga (ONA), al reiterar que el principal interesado en enjuiciar a este narcotraficante es el Estado.

El Gobierno Nacional inició en el año 2005 las investigaciones contra Makled por desvío de sustancias químicas, y posteriormente en el 2007 el Ministerio Público por legitimación de capitales. Las investigaciones iniciaron a raíz de la transferencia de grandes cantidades de dinero en moneda extranjera a título de la fundación Makled, lo que activó las alarmas del sistema financiero local.

En noviembre de 2008, los cuerpos de seguridad del Estado practicaron un allanamiento en una finca propiedad de Makled, ubicada en el sector de Tocuyito, estado Carabobo, logrando incautar 400 kilogramos de cocaína. Al registrarse la huida de este narcotraficante, en enero de 2009, el Gobierno venezolano solicitó ante Interpol su detención, cumpliendo con los canales de cooperación internacional, y posteriormente este organismo publicó una orden de detención con difusión roja que circuló en todo el mundo, como parte de las medidas adoptadas para su captura.

Analisis de la situación

Ante el panorama que se ha venido presentando sobre el caso de Walid Makled los expertos en la materia internacional han indicado que no es nada descartable que Walid Makled este siendo asesorado por uno de los autores intelectuales del golpe de Estado de 2002, el empresario Carmona Estanga, quien se encuentra asilado en territorio neogranadino, desde allí podría estar dando las directrices para originar de alguna manera un resquebrajamiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela o sencillamente querer malograr a nivel internacional la imagen del país.

Otro de los elementos que es necesario mencionar es que las declaraciones de Makled, quien se fugó del país a fin de evadir la justicia venezolana y que fue capturado en territorio neogranadino, nación donde está recluido en un centro penitenciario de máxima seguridad, lo único que ha hecho es efectuar señalamientos tendenciosos donde involucra funcionarios del alto Gobierno y sus familiares, sin presentar pruebas que respalden su veracidad.

Sobre este caso, además del manejo mediático dirigido a intentar desprestigiar políticamente altos funcionarios y en consecuencia al Presidente Hugo Chávez, es importante tomar en consideración, la esencia y objetivo de fondo que persiguen las acusaciones del narcotraficante Walid Makled.

El punto focal de ataque del Gobierno de Estados Unidos, montado en laboratorios de guerra sucia, para intentar desprestigiar al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y miembros del Gobierno es proyectar relaciones con grupos calificados de terroristas y con el narcotráfico con el objetivo de intentar afianzar la tesis del “Estado forajido”.

Por otro lado, con los señalamientos del narcotraficante se intenta reeditar un escenario tipo Panamá (Manuel Noriega) ocurrido en 1989, con el objetivo de lograr una eventual intervención militar de Estados Unidos en el país.

Los aspectos precedentes (calificación de narcoestado – Estado forajido y una eventual intervención militar de Estados Unidos en la República Bolivariana de Venezuela) se manejan como fases o pasos previos para lograr finalmente un enjuiciamiento internacional del Presidente Hugo Chávez en la Corte Penal Internaciona. Es por ello, que las declaraciones de Makled trasciende los señalamientos personales realizados, las mismas adquieren relevancia en función de la construcción de un expediente para malograr el proceso Revolucionario Bolivariano que se está llevando en el país.

* Lucía Berbeo es licenciada en comunciación social, analista político y colaboradora para este medio de comunicación.