En Argentina, la multitud ardiente de gentes humildes, confundidas con los presidentes de UNASUR, desfilaron frente al féretro en el salón de la Casa Rosada, los puños en alto y el sentimiento de dolor en sus rostros, para gritar su impotencia ante la pérdida física del líder, y por sobretodo, gritar su convicción de continuar el proyecto político encarnado ahora en la presidenta y expresado en la consigna, “fuerza Cristina, estamos con vos”.
Estas expresiones multitudinarias de lucha de masas en Latinoamérica no dejan la menor duda sobre el camino elegido por los pueblos para alcanzar su liberación del yugo explotador capitalista, ejercido por las trasnacionales y el imperialismo como instrumento de terror.
El fallecimiento del presidente Kirchner sirvió para mostrar su brillante trayectoria de lucha. Primero en su pueblo y Departamento natales, como alcalde y gobernador. Luego como presidente de la República Argentina, con su proyecto político que saca a las mayorías nacionales y a la economía, de la ruina en que las habían colocado el neoliberalismo/menemista y el FMI.
De Kirchner oíamos hablar en la TV, pero, con la superficialidad que la caracteriza, con sus noticieros mediocres que no permiten medir el temple de una personalidad, la fuerza de sus convicciones ni la audacia de sus ejecutorias. La ausencia del líder, sirvió para mostrar esos rasgos personales que conquistaron el amor, la admiración del pueblo argentino y lo catapultaron como paladín de la integración de Sudamérica, donde dejó la fulgurante estela de su paso en la Secretaría General de UNASUR.
Kirchner con su liderazgo no sólo se coloca en el polo Sur por haber nacido en la ciudad más austral del continente, allí donde el territorio argentino pierde el nombre, donde el viento respira con constancia imperturbable, donde dar un paso más puede significar salirse del planeta y caer en el vació cósmico. Pero ahora, también es el polo Sur de las ideas, por su proyecto político; por el éxito de ese proyecto en favor de las mayorías argentinas; por haber sembrado la confianza en la política, en la organización popular; por su lucha en favor de la unidad e integración sudamericana; por haber contribuido de manera decidida en la derrota del ALCA, nefasto plan imperialista para subyugar aún más a nuestros pueblos
En la ciudad más austral de Sudamérica, queda sembrado el presidente Kirchner. Su trayectoria será ejemplo a seguir, será antorcha y polo magnético de nuestra América: ¡Será el Polo Sur Revolucionario!
leonmoraria@gmail.com