El titular de esa cartera, Eduardo Luis Duhalde, indicó a la agencia Télam que el acusado era “un directivo clave” del diario en 1976 y su “enlace” con la cúpula del Ejército cuando la empresa de Ernestina Herrera de Noble “decidió apropiarse de Papel Prensa”.
El papel atribuido a Bandini “es una prueba fundamental de que los diarios Clarín, La Nación y La Razón actuaron de común acuerdo con la junta militar para apropiarse” de la única compañía productora y distribuidora de papel para diarios y revistas del país, sostuvo el secretario de derechos humanos de la nación.
“Será pues necesario recordarle mi gestión ante el Estado Mayor del Ejército, cuando en el año 1976 Clarín decidió comprar parte de Papel Prensa”, escribió en la misiva.
En la denuncia, promovida por la Secretaría de Derechos Humanos, se manifiesta que “dicha admisión de las gestiones de uno de los principales directivos del diario Clarín, de estrecha vinculación con su directora, de haber efectuado gestiones ante el Estado mayor Conjunto para la compra de Papel Prensa, constituye una prueba más de la asociación del diario y la dictadura”.
El ex dueño de Papel Prensa, Isidoro Graiver, aseguró en junio pasado, durante una entrevista concedida al diario argentino Tiempo, que su familia fue amenazada, perseguida y torturada psicológicamente por la junta militar para vender la empresa a los propietarios de La Nación, El Clarín y La Razón.
“La presión era permanentemente. Los aprietes eran permanentes”, reveló y agregó que “los diarios Clarín, La Nación y La Razón operaron con información confidencial (…) Ni el proceso de venta ni el precio fue decidido por nosotros”.
El gobierno argentino presentó meses atrás el informe Papel Prensa:la verdad, el cual muestra las pruebas de que las empresas privadas de comunicación y la dictadura cometieron delitos para de esa forma apropiarse ilegalmente de la compañía.
En el escrito presentado a la justicia también se expresa que Bandini “era un profesor de la Escuela de Defensa Nacional que era convocado por la dictadura para dar sus ‘clases de formación’ a los cuadros del terrorismo de Estado”.