
«Ningún vehículo puede llegar hasta los aparcamientos», señaló Medhi Rachid, del sindicato CGT de la refinería, situada en el municipio de Bouches-du-Rhone, cerca de Marsella, en el suroeste de Francia.
El bloqueo del aeropuerto, destino y punto de partida de vuelos internacionales y nacionales, comenzó de madrugada.
De esta forma sigue la protesta por la reforma del sistema de pensiones impulsado por el presidente Nicolas Sarkozy.
Según el Ministerio de Medio Ambiente francés, al menos 14 depósitos de gasolina permanecían bloqueados esta mañana. Sarkozy había anunciado el miércoles que las fuerzas de seguridad desbloquearían por la fuerza todos los depósitos de combustible.
Aunque el tráfico ferroviario mejoró ligeramente, aproximadamente uno de cada cuatro trenes no circulaba en la mañana de este jueves.
El Senado aprobará la controvertida reforma de las pensiones como muy pronto en la noche de hoy y a más tardar el fin de semana. La reforma, que ha desencadenado masivas y a ratos violentas protestas en toda Francia en los últimos días, prevé el aumento gradual, hasta el año 2018, de la edad de jubilación de 60 a 62 años.
Las fuerzas del orden francesas intervinieron para frenar los actos violentos de jóvenes alborotadores en las ciudades de Lyon y Nanterre, donde la víspera se registraron serios altercados durante las protestas contra la reforma del sistema de pensiones.
Tras la batalla campal de ayer en Lyon, donde según la policía unas 1.300 personas participaron en la quema de coches, rotura de escaparates y pillaje, esta mañana desplegaron entre 700 y 800 agentes.
Las fuerzas del orden arrestaron ayer en esta ciudad a 80 personas y a una más este miércoles. En todo el país hubo la víspera 428 detenidos, lo que eleva la cifra a 1.423 en una semana.
