CiudadCCS / La Jornada

El Movimiento de los sin Tierra (MST) de Brasil, un referente campesino que lucha por la implantación de una reforma agraria que acabe con el extendido latifundismo en este país, respaldó la candidatura de Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores, para la segunda vuelta electoral presidencial del próximo domingo, pero expresó su “preocupación” por “el arco de alianzas” partidistas que la apoyan y “se contraponen” a diversas demandas democrático-populares.

“Infelizmente, los avances del gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva en dirección de esas banderas democráticos populares fueron insuficientes, a pesar del acierto de su política externa”, afirmó el MST en un “mensaje al pueblo brasileño” donde fijó su posición sobre el proceso electoral, particularmente sobre la segunda vuelta del 31 de octubre.

No obstante las críticas a Lula y Rousseff, el MST se pronunció contrario a la propuesta neoliberal del derechista José Serra y a los candidatos parlamentarios y estatales identificados con esa bandera en los comicios generales, “porque estamos convencidos de que una posible victoria suya significará un retroceso para los movimientos sociales y populares en nuestro país, para las conquistas democráticas en nuestro continente y una mayor subordinación al imperio estadounidense”.

El MST destacó que “los comicios de este año demostraron el poder nefasto y antidemocrático de los medios” de prensa que apoyaron a Serra, pero sin proponérselo “potencializaron una red de comunicadores independientes, comprometidos con la libertad de expresión, que enfrentaron al monopolio” empresarial mediático.

Este sábado, la campaña proselitista se centró en Sao Paulo, el estado industrial del sur del país que eligió a José Serra hace cuatro años, y donde Rousseff realizó actividades proselitistas en compañía de Lula, que se consolidó como líder sindical en esta entidad que junto con Minas Gerais podría determinar la elección con su amplio caudal de sufragios.