Agencias

Washington, septiembre 29 – Un grupo de unos 80 profesores de prestigiosas universidades de EE.UU. ha reclamado a la Universidad Georgetown que retire al ex presidente colombiano Álvaro Uribe su cargo de “académico distinguido” por considerarlo una afrenta.

Los académicos dirigieron una carta al rector de la universidad, John J. DeGioia, en la que destacan las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el mandato de Uribe (2002-2010).

“Esperamos que usted reconsidere su decisión de acoger a Álvaro Uribe en Georgetown, a la luz de las preocupaciones” recogidas en la misiva, indicaron.

La presencia de Uribe en el centro educativo con sede en Washington es una afrenta a los académicos y a su misión educativa en Georgetown, puntualizan los alrededor de 80 firmantes de la carta.

Entre los firmantes figuran profesores universitarios y expertos de centros de estudios en todo Estados Unidos, entre éstos Noam Chomsky, del Massachusetts Institute of Technology (MIT), Deborah Poole, de la Universidad Johns Hopkins, y Gilbert Joseph, de Yale University.

Los académicos salieron así a respaldar una carta abierta emitida el pasado día 6 por el jesuita colombiano Javier Giraldo, investigador y activista de derechos humanos, para protestar porque Uribe esté dando clases en Georgetown, una Universidad católica regida por jesuitas.

En esa carta, enviada al jesuita estadounidense John Dear, el sacerdote colombiano aseguró que “ofende” y “pone en riesgo” la formación ética de los jóvenes el hecho de que Uribe imparta clases en la Facultad del Servicio Exterior (diplomacia) de ese prestigioso centro de estudios.

Giraldo, del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), afirmó, entre otras cosas, que es difícil que las directivas de Georgetown ignoren al menos las profundas controversias éticas que levantó su Gobierno (el de Uribe) y los requerimientos y sanciones que recibió de muchos organismos internacionales que tratan de proteger la dignidad humana.

El prelado denunció a Uribe por haber fundado y protegido a grupos paramilitares que asesinaron y e hicieron desaparecer a millares de personas en los últimos años en Colombia, y calificó de escandalosa la práctica de los falsos positivos durante su mandato.

Con esa expresión se conoce los casos de jóvenes muertos a manos de militares para presentarlos a sus mandos como guerrilleros abatidos en combate con el fin de lograr promociones y privilegios.

Para los académicos, resulta inaceptable que Uribe permanezca en la universidad, especialmente después de que ésta condenara el asesinato del arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero y de otros defensores de los derechos humanos.

Algunos estudiantes de Georgetown se reunieron el lunes con la decana de la Facultad de Servicio Exterior para discutir el asunto, pero la universidad no ha divulgado el contenido de ese encuentro.

En su primera conferencia en esa facultad, el pasado 9 de septiembre, el ex presidente de Colombia destacó la importancia del Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU. para su país, aun pendiente de ratificación por el Congreso estadounidense.

Ese día y el anterior hubo protestas en la Universidad de Georgetown en contra de Uribe.