El presidente de Ecuador, Rafael Correa, podría iniciar el proceso denominado «Muerte Cruzada», que es un derecho constitucional que le permite disolver el Congreso y llamar a elecciones generales anticipadas.
Según fuentes gubernamentales, el mandatario habría tomado la decisión debido a que varios legisladores del bloque oficial no han respaldado leyes que considera claves para su proyecto político.
El jefe de Estado estaría molesto después de los problemas que debió enfrentar para la aprobación de las leyes de Aguas y Comunicación.
De acuerdo a la Constitución ecuatoriana, si se resuelve la disolución del Congreso, «en un plazo máximo de siete días después de la publicación del decreto de disolución, el Consejo Nacional Electoral convocará para una misma fecha a elecciones legislativas y presidenciales para el resto de los respectivos períodos».