Cono Sur
Las relaciones entre el gobierno de Chile y la comunidad mapuche de ese país volvieron a tensarse este martes, luego de que representantes del pueblo indígena rechazaran un llamado al diálogo propuesto por el presidente Sebastián Piñera.
El viernes, en el marco de los festejos por el Bicentenario de la independencia de Chile, Piñera había convocado a una mesa de diálogo con representantes del gobierno, de la comunidad mapuche, de la iglesia y de organizaciones civiles, para poner fin a una huelga de hambre que realizan 34 indígenas que están presos.
La vocera de los encarcelados informó este martes que decidieron rechazar la invitación, por considerar que la propuesta no responde a sus demandas.
Los huelguistas, que ya llevan más de 70 días de protesta, exigen no ser procesados bajo la llamada ley antiterrorista, una legislación sancionada durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) que endurece sus penas y los juzga bajo el Código de Justicia Militar.
El sociólogo chileno Tito Tricot le dijo a BBC Mundo que el reclamo mapuche es el único movimiento social juzgado bajo esta norma.
Plan Araucanía
En su convocatoria, Piñera había afirmado que su llamado buscaba avanzar con el Plan Araucanía, un programa social y económico que busca «mejorar la calidad de vida y las oportunidades de desarrollo» de los indígenas.
«Tenemos una deuda con nuestros pueblos originarios y, particularmente, con el pueblo mapuche», señaló ese día el jefe de Estado, en un anuncio que fue recibido con beneplácito por la oposición y otros sectores que venían reclamando una mesa de diálogo.
Sin embargo, Natividad Llanquileo, vocera de los huelguistas, consideró que la propuesta del Ejecutivo no aborda el principal reclamo de la protesta: que se deje de usar la ley antiterrorista para procesar a los mapuches que exigen la devolución de lo que denominan sus tierras ancestrales.
Los 34 detenidos habían realizado actos de violencia, incluyendo ataques incendiarios, contra terrenos privados en la región sureña de La Araucanía, epicentro del reclamo mapuche.
Respuesta del gobierno
Este martes, el ministro secretario de la Presidencia, Cristián Larroulet, -uno de los funcionarios que iba a representar al gobierno en la mesa de diálogo- criticó la actitud de los presos mapuches.
«Se ha cumplido (con sus demandas) y corresponde que estas personas dejen la huelga de hambre», señaló en declaraciones a Radio Cooperativa.
Para Larroulet, el reciente proyecto de ley que envió el gobierno al Congreso para modificar la ley antiterrorista y la Justicia militar responde puntualmente a la principal demanda de los huelguistas.
En cambio, Víctor Alonqueo Boudon, que trabaja con comunidades mapuches, le aseguró a BBC Mundo que esos cambios son insignificantes y reiteró que el reclamo es que se deje de usar la ley antiterrorista para procesar a los indígenas.
«Espíritu bicentenario»
En los últimos días, el reclamo de este pueblo originario, que lleva años, tuvo una inusual repercusión en los medios y en la sociedad chilena.
Hace menos de dos semanas cuatro legisladores de la oposición brindaron su apoyo a los huelguistas, sumándose a la medida de protesta. Un grupo de estudiantes, sindicalistas y defensores de los derechos humanos también adhirieron a la huelga.
María Emilia Tijoux, experta en asuntos indígenas de la Universidad Católica de Chile, le dijo a BBC Mundo que el «espíritu bicentenario» había logrado que muchos chilenos tomaran conciencia sobre la situación de este pueblo originario.
Por su parte, la Iglesia Católica y la Evangélica también sumaron su voz al reclamo y pidieron a las autoridades que busquen una solución a la huelga, que está entrando en una fase crítica y puede poner el peligro la vida de los manifestantes.
El arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, quien había aceptado el pedido del presidente de dialogar con los huelguistas, afirmó este martes que «las familias de los mapuches están esperando una respuesta de parte del gobierno y esa respuesta hasta ahora no ha llegado».