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Testigos palestinos señalaron que los aviones de combate de Tel Aviv dispararon contra un almacén de herramientas agrícolas en el norte de la franja y un área desierta en Rafah, la localidad limítrofe con Egipto donde hay numerosos túneles subterráneos.
Voceros militares sionistas, por su lado, justificaron la agresión de esta mañana alegando que se trataba de supuestas fábricas y depósitos de armas para la resistencia asentada aquí, en particular para el grupo islamista Hamas.
Sin embargo, fuentes médicas en Gaza denunciaron que se trató de la segunda oleada de bombardeos en menos de 12 horas contra este enclave, pues el miércoles en la noche un palestino trabajador de un túnel murió y otros dos sufrieron lesiones por la metralla israelí.
Los aviones dispararon ayer contra túneles clandestinos en Rafah, con el pretexto de impedir el contrabando de armas para Hamas, aunque esos pasadizos subterráneos son usados, básicamente, para la entrada de mercancías deficitarias por causa del bloqueo israelí.
De hecho, los residentes en esa zona aseguran que los bombardeos no sólo generan temor entre civiles indefensos, sino que también lacera el comercio informal sustentado en la entrada de mercancías de contrabando desde Egipto.
También el martes otros tres palestinos, uno de ellos de 91 años, murieron después de que fuerzas terrestres israelíes dispararon contra un grupo de pastores en el centro de Gaza, cerca de Juhor Ad-Dik, al oriente del campamento de refugiados de Al-Bureij.
Un día después, el mando militar sionista tuvo que reconocer que las tres víctimas fatales eran civiles inocentes. En lo que va de septiembre los ataques israelíes contra Gaza dejaron como saldo seis muertos y ocho heridos.
(Con información de Prensa Latina)