«Hay que entender que la firma de un acuerdo general de paz es un objetivo inalcanzable, no el año próximo y no en la próxima generación», dijo el domingo, en una celebración de Rosh Hashana, de su partido Israel Beitenu.
«No hay nada que podamos hacer al respecto. Ningún compromiso histórico y ninguna concesión dolorosa (será suficiente)», afirmó.
Para el canciller judío el presidente palestino Mahmud Abbas, «puede estar en contra del terrorismo, y estoy de acuerdo con eso, pero Abbas no va a firmar un acuerdo. Lo máximo que hará es amenazar con renunciar (al proceso), y por lo tanto debemos centrarnos en las dos cuestiones principales: la seguridad y la economía».
«Estamos dispuestos a discutir cualquier cosa, pero no habrán más gestos unilaterales. No habrá ninguna moratoria, ni por seis meses, ni por tres, ni por un minuto», aseveró Lieberman.
Lieberman dijo no saber «de ningún mago que pueda limar las diferencias entre nosotros y los palestinos en un año». Y añadió: «Diecisiete años son tiempo suficiente para llegar a algunas conclusiones. Lo posible es posible, y lo imposible – imposible».
Para Lieberman, las negociaciones anteriores sólo han perjudicado a Israel: «Tenemos que preguntarnos por qué, a pesar de las concesiones anteriores y toda la buena voluntad presentada por Peres, Barak, Sharon, Olmert, Livni y Bibi (Netanyahu), no pudimos llegar a un acuerdo», sentenció.
Irán
En el otro extremo, un protagonista central del conflicto, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, condenó en Teherán las negociaciones de la paz palestino-israelíes y las calificó de «fracasadas».
Según la agencia estudiantil de noticias Isna, durante un discurso previo al sermón oficial del mediodía de este viernes, último de Ramadán y Día de Al Quds (como los árabes llaman a Jerusalén), Ahmadinejad dijo: «estas negociaciones están fracasadas. El futuro de Palestina lo definirá la resistencia palestina».
El presidente iraní cuestionó la legitimidad de la delegación palestina que participa en las negociaciones e indicó: «el pueblo palestino y los otros de la región no permitirán que nadie entregue a los enemigos ni un palmo de los territorios palestinos».
«El futuro de Palestina será determinado por la resistencia de los palestinos en Palestina, y no en Washington, París y Londres», afirmó Ahmadineyad en un discurso pronunciado ante los manifestantes congregados para la oración del viernes en la Universidad de Teherán.
El mandatario iraní también reiteró que «los pueblos de la región son capaces de hacer desaparecer al régimen sionista del escenario» internacional. «Si los dirigentes de la región no se atreven a actuar, que dejen libres a los pueblos», afirmó.
Ahmadineyad criticó, sin citarlo, al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, calificado de «rehén» de Israel por haber iniciado el jueves en Washington negociaciones directas con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
«¿A quiénes representan? ¿Qué quieren negociar?», preguntó, refiriéndose a los negociadores palestinos. «El pueblo de Palestina y los pueblos de la región no les permitirán vender a los enemigos ni un ápice de tierra palestina», sostuvo.
El presidente iraní manifestó que los israelíes deben «salir de Palestina» antes de comenzar el diálogo.
Hezbolá
Por su parte, el líder de la organización libanesa Hezbolá, Hassan Nasrallah, afirmó que las negociaciones directas entre israelíes y palestinos, que se reanudaron el jueves en Washington, «han nacido muertas».
«La reanudación de las negociaciones es inútil. Han nacido muertas y han sido condenadas por la mayoría de los palestinos», afirmó Nasrallah en un discurso grabado y emitido con motivo del Día de Al Quds (Jerusalén), que se celebra el último viernes del mes de Ramadán.
Según el líder de Hezbolá, las conversaciones, que se han retomado bajo los auspicios del presidente de EEUU, Barack Obama, solo sirven para dar «legitimidad a Israel, que es un estado ilegítimo e inhumano. La experiencia ha demostrado que los 17 años de negociaciones han sido inútiles».
«Palestina, desde el mar (Mediterráneo) hasta el río (Jordán) pertenece al pueblo palestino. Nadie tiene derecho a conceder una gota de su agua o una porción de su territorio», agregó.
Además, señaló que el Día de Al Quds coincide este año no sólo con la reanudación de las negociaciones palestino-israelíes, sino también con la retirada norteamericana de Irak, que calificó de «una derrota».
Hamás
En la misma línea, el actor principal del conflicto en la Franja, Hamás y trece grupos de resistencia palestinos acordaron en la semana pasada unir sus fuerzas y coordinar operaciones para aumentar y potenciar los ataques contra Israel, de acuerdo con un anuncio de un portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
«Hemos decidido crear un centro de coordinación para nuestras operaciones contra el enemigo» israelí, anunció Abu Obeidah, portavoz de las Brigadas Ezzedin Al-Qasam, brazo armado de Hamás, hablando en nombre de los 13 grupos durante una conferencia de prensa en Gaza.
Abu Obeidah prometió golpear «al enemigo sionista en cualquier lugar y en todo momento», afirmando que «todas las opciones están abiertas», en respuesta a una pregunta sobre la posibilidad de disparos de cohetes sobre Tel Aviv desde la Franja de Gaza.
Hamás, que gobierna la Franja de Gaza elegido por elecciones, reivindicó la autoría de los atentados perpetrados el martes y el miércoles en Cisjordania, en los que murieron cuatro colonos israelíes y otros dos resultaron heridos.
L organización islámica se opone a las negociaciones de paz iniciadas en Washington por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, que solo controla Cisjordania.
Israel y la Autoridad Palestina de Abbas lanzaron una operación represiva en Cisjordania contra Hamás tras dos atentados antiisraelíes cometidos en 24 horas, que amenazan el «diálogo» que ambas partes, con el patricinio de EEUU, reanudan este jueves en Washington.
Hamás, que se opone a las conversaciones entre Israel y la Autoridad Palestina presidida por Mahmud Abbas, acusa a éste y a las fuerzas de seguridad de complicidad con el «enemigo sionista, para extirpar la resistencia».
El negocio del dominador
La paz es el negocio del dominador. Sobre ese axioma de máxima, Israel y EEUU retoman periódicamente las «negociaciones de paz» con los palestinos en una mesa donde sólo se sienta a «dialogar» Mahmud Abbas, la pieza del plan judeo-estadounidense en la región.
La estrategia tiene avances y retrocesos. Combina negociaciones de «paz» con ataques militares y masacres de civiles, que hasta ahora han terminado en fracasos políticos.
El objetivo central de destruir el aparato político militar de Hamás y reinstalar a Abbas en el control de de la Franja, tuvo dos fracasos ostensibles con la invasión de 2006 y el bombardeo de 22 días a Gaza de enero de 2009.
En las dos situaciones, el eje USA-Israel fracasó en su intento de terminar con Hamás e instalar un gobierno pro-sionista controlado por Abbas. La historia es vieja, y se repite cíclicamente, tanto como se reiteran las sangrientas operaciones militares para terminar con Hamás y la resistencia palestina, incluso al costo de la masacre de mujeres y niños.
Esta fase de la historia arranca cuando Hamás, en Enero de 2006, gana en elecciones libres la presidencia de Palestina. Inmediatamente su gobierno fue sometido a un bloqueo por la alianza EEUU-UE-Israel.
Simultáneamente la CIA y el Mossad lanzaron un plan de «guerra civil» para enfrentar a Hamás con Al Fatah, que se abortó con la huida de Abbas a Cisjordania, y con el triunfo militar de Hamás que lo consolidó en el control de la Franja.
La semana pasada, la alianza Washington-Tel Aviv volvió a montar el repetido escenario de las «negociaciones de paz» con Abbas, y Hamás respondió con un atentado que terminó con la vida de cuatro israelíes.
La región ingresó en una nueva escalada de tensión, mientras el primer ministro, Benjamín Netanyahu, desarrolla una agenda en Washington y las fuerzas militares israelíes se declaran en estado de «alerta máxima».
Los expertos no dejan de recordar que las operaciones militares en alta escala de Israel siempre llegaron tras la muerte o secuestro de israelíes por parte de las organizaciones palestinas.
Una modalidad repetitiva, que cambia las «negociaciones de paz» por el exterminio militar punitivo indiscriminado.
Y hay una frase a tener en cuenta: «No vamos a dejar que la sangre de civiles israelíes quede impune. Encontraremos a los asesinos, y los castigaremos», dijo el primer ministro Netayahu antes de abordar el avión hacia Washington.