No sólo es cuestión de generar participación sino de crear y ejercer los mecanismos de educación electrónica de la mano con el pueblo, para que en cada hogar y familia se cuenten con las herramientas necesarias para acceder a este medio, y se tenga el conocimiento debido de cómo manejar cada portal electrónico, con lo que poco a poco se incrementaría la participación ciudadana y la manera en que el pueblo es capaz de medir y ejercer control sobre la gestión pública, con cada uno de sus entes y gobernantes.
Se hace necesario tomar en cuenta para estos procesos la gran desigualdad territorial y cultural de nuestro país y región, donde la construcción de la participación es un camino cuesta arriba, que sólo dando acceso al pueblo a las herramientas se puede consolidar un cambio. Es por ello que los procesos de Educación electrónica se deben generar como políticas para crear y desarrollar una conciencia crítica y participativa en la población, en donde cada ciudadano sea un contralor social de los procesos políticos llevados a cabo a nivel nacional, regional, municipal y hasta mundial, en donde el cambio no sea una alerta que amplíe las brechas de desigualdad, sino un factor que reduzca la injusticia sociopolítica que ha caracterizado a Venezuela, Latinoamérica y el mundo entero.
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