Los denominados drones, telecomandados en tierra, entrarán en funcionamiento a partir de mañana miércoles desde la base militar de Corpus Christi, Texas.
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, explicó la víspera a través de una conferencia telefónica que las aeronaves volarán a lo largo de tres mil 200 kilómetros de línea divisoria entre su país y México.
«Se trata de otro paso fundamental en la vía de la seguridad de las fronteras. Los drones son un instrumento importante para garantizar nuestra seguridad», subrayó Napolitano.
Los UAV fueron autorizados para esa misión por el Congreso bajo la ley aprobada el 13 de agosto mediante la cual Estados Unidos destina 600 millones de dólares para reforzar las fronteras y suma otros mil 500 guardias para incrementar los controles.
Una flotilla de seis aviones Predator B con capacidad de vuelo de 30 horas consecutivas integrará la partida, porque «la meta es tener una región fronteriza segura, que se extienda desde Texas hasta California. En eso estamos y es en lo que continuaremos trabajando», acotó Napolitano.
Con la decisión que entra en vigor partir de mañana se habrá extendido la vigilancia con UAV desde El Centro (California) hasta el área del golfo de México.
Según cifras oficiales, en territorio estadounidense hay unos 12 millones de personas que residen sin documentos legales, la mayoría procedentes de México y otras naciones de América Latina.