Prensa YVKE Mundial/Prensa Latina
La candidata por el Partido de los Trabajadores (PT, en el gobierno) a la presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que la oposición esta desesperada e intenta crear un clima de odio en el país.

Durante un acto proselitista en Curitiba, capital de Paraná, Dilma apuntó que «mi adversario vive prometiendo».

Sin embargo, señaló, tenemos que recordar que cuando estuvieron en el gobierno no crearon programas sociales como Bolsa Familia para ayudar a núcleos familiares pobres ni aumentaron el salario mínimo.

De acuerdo con la última encuesta de Datafolha, divulgada hoy aquí, la aspirante petista tiene 49 por ciento de la intención de voto de los electores, frente a 28 por ciento Serra.

En el acto, en el cual participó el líder histórico del PT, Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma indicó que «hoy, cerca de las elecciones, van y prometen mundos y fondos pensando que el pueblo es tonto»

Cuando aumenta el desespero la oposición inventa falsedades y mentiras, a la vez que intentan crear un clima de odio en Brasil. «Antes, combatimos el miedo que ellos intentaron crear en las personas de votar por el presidente Lula, ahora vamos a combatir el odio que destilan».

«Para ello vamos a emplear dos cosas, la esperanza en Brasil y el amor por el pueblo brasileño», sostuvo Dilma.

Por su parte, Lula afirmó que los adversarios de Dilma están diciendo ahora que van a dar un décimo tercer salario a los beneficiarios con el programa Bolsa Familia y añadió que lo más triste es que piensan que la gente es tonta y no se percatan que nuestro pueblo no se engaña más cuando tiene alguien mintiendo en la televisión.

Según G1, Lula sostuvo que ahora los opositores están inventado el discurso de que ellos amenazan la democracia y subrayó que «ellos son los demócratas, los dueños del ingenio son demócratas»

El dirigente histórico del PT -que preside este país desde 2003 y concluye en diciembre venidero- contrastó su modelo de gobierno con el proyecto de privatización de la oposición y mencionó los altos índices de su gestión, cercano al 80 por ciento de aprobación.

«Normalmente alguien gana las elecciones y cuando pasa el tiempo, el pueblo comienza a escribir: fuera fulano, fuera mengano. Estoy en el octavo año de gobierno y soy el presidente mejor evaluado de la historia de este país», aseveró Da Silva.