“Le puedo asegurar que seguiremos publicando documentos. Eso es lo que hacemos”, un vocero de Wikileaks, quien dice llamarse Daniel Schmitt para proteger su verdadera identidad, dijo a Associated Press en una entrevista este sábado.
Schmitt dijo que no podía comentar sobre algún documento específico pero afirmó que la publicación de documentos clasificados acerca de la invasión a Afganistán directamente contribuyó al entendimiento del público sobre el conflicto.
“Conocimientos acerca de temas actuales como la invasión a Afganistán es la única forma de ayudar a crear algo como la seguridad”, expresó Schmitt. “Esperamos que con este entendimiento, el escrutinio público influenciará a los gobiernos para que desarrollen mejores políticas”.
“Hemos tratado lo mejor y seguimos trabajando para minimizar el daño que se ha causado”, dijo Schmitt.
El Pentágono exigió el jueves que Wikileaks cancelara cualquier plan de publicar más documentos clasificados y retirar decenas de miles de registros de guerra ya expuestos en internet.
La exigencia de detener la publicación de más documentos clasificados, lo cual el Pentágono no tiene poder independiente para imponer, esta principalmente dirigida a prevenir la publicación de aproximadamente 15.000 documentos secretos que el sitio web Wikileaks ha dicho estar reservando y posiblemente cables clasificados del Departamento de Estado de EEUU.
El Pentágono también espera detener a Wikileaks de publicar los contenidos de un gigantesco archivo encriptado, recientemente sumado al sitio web. Contenidos de ese archivo siguen siendo un misterio y Schmitt no quiso comentar específicamente sobre el contenido de un archivo que Wikileaks publicó online con la etiqueta “Seguro” en días recientes.
Él solo dijo que “nosotros regularmente distribuimos respaldo de documentos que no han sido publicados… Este ha sido colocado justo ahora mismo en un sitio web muy popular para asegurarse de que ha sido distribuido tanto como sea posible”.
Schmitt afirmó que el grupo está comprometido con las preocupaciones de seguridad de toda la población mundial, lo cual en algunos casos sea opuesto a los intereses nacionales de EEUU.
“Wikileaks es una organización global”, indicó. “En cuanto a eso somos responsables hacia las personas del mundo, y no hacia las personas o los intereses específicos de una nación en particular”.
Schmitt dijo que él, el jefe de redacción Julian Assange más otras tres personas trabajan a tiempo completo para Wikileaks, y entre 800 y 1.000 voluntarios, con tareas como verificar documentos, programando software o defensa legal.
El grupo publica su material de “tres a cuatro docenas de países” y ha tenido numerosos ataques en su sitio web, añadió Schmitt.
(*)Traducido del inglés por Ivana Cardinale