Eduardo Samán
Con la señal de costumbre, los que no nos chupamos el dedo, recibimos la noticia que un candidato de la oposición fascista está financiando su campaña con el sorteo de una mamoplastia. Dicha iniciativa tardía, ¿quién va a creer que una rifa se comienza a estas alturas del partido?, fue una respuesta mediática al hecho que no pueden explicar el origen de los cuantiosos fondos electorales.
Difícilmente el susodicho aspirante va a obtener ganancias de esta particular lotería, es mas no es su objetivo ya que los recursos les llegan asegurados del norte, sino difundir una noticia suficientemente escandalosa que intente encubrir su conducta indebida y vendepatria de recibir dinero del extranjero.
El error de nuestro aparato comunicacional fue “hacerles el juego” cuestionando al candidato sin percatarse que precisamente la verdadera intención de la divulgación era ocultar el genuino origen de los fondos, en cambio juzgamos lo inadecuado y poco ético de la cirugía mamaria, contribuyendo a difundir mas el hecho.
Con el intento descuidado de justificar la procedencia del dinero, los asesores de la oposición acaban de enseñar su “punto flaco”. Si a nuestro comandante le gustara mas el boxeo que el baseball, ordenaría como manager la estrategia de “golpear al hígado”.
Por tal razón el 26 de septiembre el Pueblo debe condenar, a través del voto, a la apátrida quinta columna que hace uso de un evidente y grotesco financiamiento del exterior para su gasto electoral.