Carlos Abel Suarez

Sinpermiso

 

Al insinuarse la actual crisis económica mundial, aun antes del estallido de la burbuja de las hipotecas norteamericanas, comenzó lo que muchos llamaron el «regreso» de Marx. Revistas de actualidad y de amplia difusión internacional pusieron su inconfundible retrato en sus portadas. La nota de tapa era Marx. En algunas encuestas relevantes fue elegido como uno de los pensadores más destacados de todos los tiempos. A propósito del rescate financiero, en los principales diarios norteamericanos, se propinaban como insulto o como elogio el suscribir las ideas de aquel personaje tan querido y tan odiado, nacido en Tréveris, en 1818. No muchos años atrás, su recuerdo había quedado sepultado y su obra aplastada y degradada por pseudoexégetas, interpretadores falsarios y filisteos de todo pelaje, a lo que se agregó la derechización de la socialdemocracia y la implosión de la URSS.

Pero el Marx original, su obra – despojada de las versiones de tantos «marxistas» que ya en vida tanto él como Engels despreciaron – apenas se está proyectando en los círculos académicos, en las tertulias de la izquierda y en los debates políticos coherentes. Sin embargo, según pinta hoy el mundo, es decir la economía, la política y la cultura, parece que las ideas de Marx y Engels podrán seguir ilustrando gran parte del siglo XXI.

Muchos se preguntarán ¿qué es el proyecto MEGA? No se trata de un dispositivo electrónico para espiar comunicaciones o el diseño de una nueva represa gigantesca.

Es uno de los mayores emprendimientos editoriales de la actualidad, y posiblemente entre los más destacados de todos los tiempos: la nueva edición crítica de las obras completas de Carlos Marx y Federico Engels (Marx-Engels Gesamtausgabe).

El profesor Michael Krätke, coeditor de la nueva MEGA, explicó durante casi dos horas las características de esta espectacular iniciativa, en una conferencia celebrada en la Universidad de Barcelona, en vísperas del encuentro internacional de Sin Permiso realizado en Madrid, en diciembre último.

El auditorio de la conferencia – mayoritariamente integrado por académicos y estudiantes conocedores de la obra de Marx – fue sorprendido por algunos tramos de la minuciosa y apasionada exposición de Krätke, tanto por su solvencia académica, rigor conceptual, contexto histórico y dominio de las materias sobre las que trabajaron Marx y Engels, como por los descubrimientos que pondrá a luz la nueva MEGA.

Es conocido que los textos de Marx y de Engels padecieron múltiples manipulaciones. Krätke aseguró que no hay uno solo de los libros publicados, que haya respetado la versión original, ya sea por cuestiones políticas o por la caprichosa tijera de los editores.

Krätke recordó que la primera iniciativa de reunir y publicar toda la obra de Marx y Engels se puso en marcha en 1911, dirigida por la socialdemocracia alemana, con la participación de Carlos Kausky, Augusto Bebel, y Eduardo Bernstein. Luego el proyecto pasó a la URSS, en 1922, bajo la dirección de David Riazanov, hasta que fue destituído por Stalin, en 1931, y fusilado años más tarde, en 1938, junto a sus compañeros de la vieja guardia bolchevique.

En la MEGA contemporánea, que comenzó a diseñarse en 1960 y se estima que culminará dentro de 25 o 30 años, trabajan 80 colaboradores de 8 países y 3 continentes. El plan original, explicó Krätke, contempla la publicación de unos 164 volúmenes. Estos son dobles, ya que comprenden el texto original más todos los apartados o anexos. Los principios acordados para el inmenso reordenamiento y revisión de manuscritos, varios inéditos, libros y artículos publicados, más toda la correspondencia Marx-Engels – y de éstos con amigos, colaboradores y editores, etc. – son el respeto y la fidelidad del original, además de la certificación de su autenticidad y su preparación para ser editados en forma completa e integral. El equipo multidisciplinario que trabaja en el MEGA realiza un seguimiento de la evolución de los textos, discute exhaustivamente los mismos, evitando al mismo tiempo los comentarios políticos.

Con la pericia de un arqueólogo que va limpiando con cuidado las piezas del hallazgo para no dañarlo, expuso Krätke las vicisitudes por las que pasaron los trabajos de Marx más difundidos. Todos tienen su historia, sus polémicas, las marcas de la manipulación o del silenciamiento. Asimismo hay «montañas» de papeles: fichas, apuntes, cartas, cuadernos con cálculos matemáticos, que los entusiastas de la Mega ordenan y clasifican.

En el plan de la nueva MEGA, El Capital y todos los textos preparatorios y manuscritos, suman 15 tomos, la mayor parte ya han sido publicados en alemán. La correspondencia completa entre Marx y Engels y de ellos con terceros, comprende 35 volúmenes. La colección de extractos, fichas bibliográficas y anotaciones marginales de los dos amigos inseparables, se llevará otros 32, según el programa editorial.

Notable: a 127 años de la muerte de Marx todavía hay trabajos inéditos de Marx, dijo Krätke. Uno de ellos sobre la crisis financiera de 1857-1858 será publicado el próximo años, y esperemos que no tarde en traducirse al español. Según el investigador alemán – que posee una contundente trayectoria como economista e historiador, a lo que se agregan sus conocimientos de la obra de Marx – el trabajo sobre la crisis de 1857 arroja luz para entender mejor la crisis financiera y económica actual. Aquella, como la actual, comenzó en los Estados Unidos. (1)

Krätke se encargó, asimismo, de refutar, a la luz de las investigaciones hasta ahora culminadas, las especulaciones sobre las diferencias entre Marx y Engels y las diligencias de éste en procurar ordenar y publicar la obra inconclusa de su amigo. Pudo haber cometido algunos errores, pero el de Engels fue un trabajo cuidadoso y respetuoso, aseguró.

España en la obra de Marx

Pero si algo ilustra la erudición y – valga también decirlo – el coraje de Krätke, es hablar de la historia de España, en Barcelona y frente a académicos bien conocedores de esa historia. En términos menos académicos, lo dijo Antoni Doménech al alabar entre amigos la audacia del académico alemán y compañero de Sin Permiso.

Una sola cifra muestra la importancia de los trabajos de Marx y de Engels sobre España: del total de la nueva MEGA unos 12 volúmenes contienen sus ensayos, artículos y estudios vinculados al tema. Marx nunca visitó España, pero comenzó a estudiar el castellano en 1850 y desde entonces se encuentran en sus escritos citas de los clásicos, entre ellos de Cervantes y Lope de Vega.

Varias veces en su trayectoria intelectual, Marx realizó estudios sistemáticos sobre la historia de España. Particularmente entre los años 1847 y 1848, luego durante los años 1850 y 1851, 1854 y 1855 y por último entre 1878 y 1882, casi al final de su vida. En una oportunidad, en el período que va de 1854 a 1855, Marx se puso a escribir una historia crítica de los cambios revolucionarios en España, precisó Krätke.

Por algún tiempo desde 1854, Marx escribió sobre la situación política española para el New York Daily Tribune – varios de estos artículos contaron con la pluma de Engels – y forman parte de la sección de la MEGA denominada la España revolucionaria. (2)

Sobre los motivos que llevaron a Marx a estudiar la historia y la política española, se explayó Krätke al puntualizar que allí encontró no pocas claves de lo que sería su teoría política o, dicho de otra forma, la acumulación de conocimientos y papeles para elaborar una teoría política.

» Marx no comienza con las ´leyes´de la historia, afirmó, él constata y discute los fenómenos y las apariencias, regularidades e irregularidades, y busca entonces las explicaciones históricas». Marx estudió en profundidad, en el caso español, la relación entre la formación de las clases, de la sociedad burguesa y del Estado moderno. Según Krätke, el modelo de un primer Imperio colonial global, la forma curiosa que tomó el absolutismo, el concepto de un liberalismo avanzado y el desarrollo revolucionario tan particular, es lo que hacía de España un campo de análisis muy valioso para Marx. Entre otras cosas, para entender la transición del feudalismo al capitalismo. Transición hacia la formación del Estado moderno, que, recordó Krätke siguiendo a Marx, tomó formas muy diversas.

Un capitulo relevante en la sección de la nueva MEGA dedicada a España, tendrán los trabajos de Marx sobre la Constitución de Cádiz de 1812. Frecuentemente se olvida la sólida e inicial formación de Marx como jurista. A propósito de España vuelve a estos temas de su interés con la crítica a las interpretaciones contemporáneas de la constitución de 1812, a la que valoraba por su originalidad y por la situación política que le da origen. Trabajo, a su vez, que dispara la preocupación de Marx hacia una relectura de la Constitución francesa de 1791 y al análisis de la Constitución española de 1820.

Marx reflexiona en estos ensayos sobre la naturaleza de las constituciones revolucionarias, indicó Krätke, siempre «impracticables» e «imposibles».

Al retornar a sus investigaciones españolas, 20 años después, Marx revisa otra vez los vínculos entre España y la historia política mundial, la formación del estado moderno en Europa, después del año 1000, la Conquista y la Reconquista y el papel de España como poder militar e imperialista, reseñó el coordinador de la nueva MEGA.

Una vez terminado este gran empeño de la nueva MEGA, seguramente las ideas de Marx y de Engels podrán seguir repicando en la segunda mitad del Siglo XXI. Esta inyección de optimismo se nos ocurre tras haber escuchado a Krätke. Una mayor dosis de optimismo requeriría el pensar que al promediar este siglo se habrá liberado el mundo y el marxismo de la «dogmática y clerical lectura» de Marx y Engels, como deseaba Manuel Sacristán, o de la «clerigalla marxista», como reclamaba Franz Mehring en 1918.

NOTAS: [1] Véase Michael R. Krätke, Marx, periodista económico, en Sin Permiso Nº 6, Barcelona, 2010. [2] Con traducción y prólogo de Manuel Sacristán, en 1960, la editorial Ariel de Barcelona publicó con el título de Revolución en España los artículos periodísticos que de Marx y de Engels sobre España se conocían entonces.

Carlos Abel Suárez es miembro del Comité de Redacción de SINPERMISO .

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3524