
Ese acuerdo, en vigor desde 1966, “ha vencido” el año pasado, indicó a la AFP una fuente del Ministerio español de Ciencia e Innovación.
En 1966, dos aviones militares norteamericanos chocaron en vuelo y dos de las cuatro bombas de hidrógeno que trasportaban cayeron en la localidad andaluza de Palomares, en la provincia de Almería (sur de España).
El estallido de los explosivos convencionales contenidos en las bombas dispersaron plutonio radioactivo.
Los gobiernos de ambos países acordaron que Washington indemnizaría anualmente a España por la vigilancia de la contaminación en la zona y los análisis de sangre realizados a los habitantes de esa localidad.
Se trata de unos 314 000 euros anuales, según indicaba este lunes el diario El País, y añadió que el tema se trató durante la visita a España en mayo del vicepresidente estadounidense, Joe Biden.
Según la fuente del Ministerio español de Ciencia, “ambas administraciones van a seguir reuniéndose para ver qué pasa a partir de ahora”.
Según El País, “quedan restos de plutonio y americio en unas 20 hectáreas” y en 2007, Washington y Madrid firmaron un acuerdo por el que Estados Unidos se comprometía a pagar la limpieza de la zona.
Ahora el Gobierno español “intenta que Washington acepte llevarse el plutonio” que queda en la región, ya que España no dispone de un almacén nuclear en el que guardarlo, añadió.