Según el periódico, este personal adicional estará encargado de garantizar ‘la protección’ de cinco campamentos fortificados del país.
Fuentes diplomáticas dijeron al ‘Times’ que los contratistas tendrán como principal función la prevención de ataques mediante el uso de radares, la detección de artefactos explosivos y la dirección de ‘drones’ (aviones no tripulados).
A la vez, el Pentágono ha comprado 60 vehículos resistentes a minas, tres aviones y doce helicópteros que pondrá a la disposición de los contratistas privados.
El incremento de contratistas en el país podría ser una fuente de conflicto con el gobierno iraquí. Los líderes iraquíes ya han tenido diversos problemas con las empresas de seguridad privadas extranjeros, quienes han provocado las muertes de numerosos civiles nacionales en distintos episodios.
No obstante, los contratistas presentes en el país actualmente no gozarán de inmunidad y podrán ser procesado por las autoridades iraquíes.
Aunque salió la última brigada de combate EE.UU. el jueves, todavía quedan alrededor de 56.000 soldados estadounidenses en Irak. Esta cifra se reducirá a 50.000 después del 31 de agosto, la fecha fijada por Estados Unidos para poner fin a su misión de combate en favor de un papel diplomático.