Visor Económico

 

 

 

El narco submarino, es un híbrido que cuenta con sistemas de propulsión eléctrico y  diesel que le permiten una autonomía de doce días alcanzando una velocidad de hasta ocho nudos por hora.

El submarino es capaz de transportar hasta 12 toneladas de cocaína desde las costas de Colombia a los Estados Unidos.

Existen básicamente dos modelos de narco-submarino: el «Neptuno» y el «Toyota».

 

Al igual que sucede con un torpedo, al Neptuno se le aplicaron en el fuselaje alerones para estabilizarlo y un timón de profundidad para que, al ser arrastrado por un barco, vaya atado a él mediante un cable de acero de hasta cien metros de longitud, puesto que no tiene autonomía de navegación. Al ser jalado, inmediatamente desciende hasta 15 o 20 metros de profundidad (el sumergible capturado en Oaxaca apenas alcanza los tres metros). Se mantiene así hasta que la nave madre, en la superficie, detiene su marcha.

Entonces el Neptuno emerge. En la parte de superior tiene instalada una claraboya equipada con un sistema GPS —Global Position System— que permite a otro barco equipado con un buscador de señal digital —el mas común es el modelo TD-L1110, de la marca Taiyo Munsen— encontrarlo, dirigirse a él y recuperar las dos toneladas de droga que puede llevar en su interior.

El lugar en donde se recoge la mercancía es establecido a través de coordenadas y la señal del Neptuno es emitida de acuerdo al ajuste de un control que lleva insertado en la claraboya.

El otro modelo de vehículo subacuático del narco es llamado el Toyota, porque se asemeja a un pequeño autobús de transporte público muy utilizado en Bogotá. Su manufactura tiene un costo total de un millón de dólares.

Este transportador, cuya longitud es de casi 17 metros, por cinco y medio de diámetro, cuenta con todos los instrumentos de navegación de un submarino normal. Entre ellos el GPS y un hidrófono con el cual se pueden ubicar buques y otros objetos por el sonido. Asimismo cuenta con sonar, que es un radar que transmite un pulso de sonido y detecta cuando llega la onda reflejada por objetos; eso le permite detectar obstáculos subacuáticos o a los barcos que van a recibir la droga. De igual forma, tiene instaladas tomas de aire, periscopio y herramientas digitales de navegación.

La estructura del Toyota cuenta con capas hidroneumáticas —aislantes de agua— y capas de presión. Está divido en tres partes; en la sección trasera —la popa— está el puesto de mando para la tripulación, compuesta por cuatro hombres. Allí está el panel de instrumentos, el motor y el depósito de combustible, del cual está totalmente aislado.

En la parte media tiene otro compartimiento para el lastre, es decir, un tanque que se puede vaciar o llenar de agua para controlar ascensos y descensos. Finalmente, en la proa (la parte delantera), se almacenan las ocho toneladas de cocaína que puede transportar este submarino. El Toyota tiene una autonomía de navegación de cuatro mil kilómetros —unas dos mil millas náuticas — a una velocidad constante de ocho nudos, aproximadamente 18 kilómetros por hora.

Para los narcos este tipo de transporte es lento, pero seguro y su éxito está comprobado, dicen, desde hace 8 años. solo se ha registrado un caso en que hayan sido detenidos con carga.

 

El 90 % de la cocaína que ingresa en territorio de Estados Unidos, proviene de Colombia.