La haine

 

El juez español Baltasar Garzón llegó al país de la mano de organizaciones sionistas, para participar en un acto por el atentado a la AMIA. La concentración se convirtió, como siempre, en una andanada de epítetos contra Irán.

El magistrado español, uno de los baluartes de la represión española contra el independentismo vasco, llegó a la Argentina invitado por la revista sionista «Veintitres», cuyo empresario es Sergio Spolsky, activo dirigente de la Organización Sionista Argentina (OSA) y de la DAIA. (NdeR: no sólo dueño de esa revista, sino de diarios y radios, con una tendencia K [kirchnerista] absoluta)

En el acto, que contó con la presencia del ex presidente Néstor Kirchner y de numerosos dirigentes políticos, se escuchó al dirigente sionista Sergio Borger, presidente de la AMIA, que señaló que «el buen desempeño internacional del Gobierno debe ser acompañado por la Justicia local». Y el juez Baltasar Garzón, invitado de honor, dijo que ese día, el 18 de julio de 1994, «todos morimos un poco más, como nos pasa cada vez que actúan el terrorismo y el fanatismo religioso».

La impunidad, dijo Garzón, es «un ejemplo de cobardía propio de torturadores y asesinos, pero también es una renuncia al Estado de derecho». Y agregó: «Ya sabemos que el dictador es un cobarde por naturaleza. Se ampara en el ejército, en policías secretas, en escuadrones de la muerte, en revoluciones mal pensadas o en grupos financieros ocultos. Marañas de intereses económicos y políticos garantizan la impunidad en democracia».

[Quizás se refería al narcopresidente colombiano Uribe, a quien el propio Garzón asesora en sus políticas represivas.]

De lo que no habló Garzón, obviamente, es de las sevicias, torturas, violaciones, asesinatos y desapariciones que sufrieron y sufren los luchadores vascos por parte de la Policía y la Guardia Civil (franquista) española, y que él (el famoso «héroe de los derechos humanos») ampara, impulsa, premia y reivindica.

La Justicia española resolvió la masacre de Atocha en un mes. En la Argentina no hay resultados después de dieciséis años. Garzón no mencionó a Juan José Galeano, el juez original de la causa, hoy procesado, o a Carlos Menem y al comisario mayor retirado Jorge Palacios, también procesados por encubrimiento, pero no hacía falta. Dijo que aunque ya «la Justicia ha tomado un rumbo más correcto», lo que inicialmente «debió ser un trabajo serio se convirtió en una tremenda frustración y rechazo para dar una respuesta». Y analizó: «Intereses ocultos e insensibles se cruzaron y negaron la mínima compensación a las víctimas. Propiciaron la pérdida de pruebas esenciales, de evidencias. Los que hicieron eso deben responder».

El juez terminó con dos expresiones, una de ellas en hebreo. «Nunca más. Lejaim, por la vida.»

Marina Degtiar, hermana de Cristian, asesinado por la bomba, dijo que «esta convocatoria, sostenida en el tiempo es única en el mundo».

Dedicó una parte de su discurso al tablero internacional. Definió a Irán como un Estado que «financia y sostiene al terrorismo» y «niega el Holocausto e incluso amenaza con borrar a un país del planeta». Opinó que «se arma nuclearmente con el consentimiento de Rusia y Brasil, país hermano cada vez más lejano» y que «se dan la mano con Venezuela, que lejos de mostrar solidaridad con nuestro reclamo nos da la espalda apañando a un Estado que sembró la muerte y el odio en nuestro país».

«¿Hasta cuándo el mundo mantendrá relaciones comerciales con Irán permitiendo su penetración?», preguntó en su discurso el presidente de la AMIA tras recordar que su madre tiene grabado el número del campo de concentración de la Shoá.

Criticó a Irán porque se niega a extraditar a los sospechosos del atentado, uno de ellos el actual ministro de Defensa Ahmad Vahidi, y dijo que «la presidenta de la Nación en la última Asamblea General de las Naciones Unidas, a quien acompañamos, dio un valiente discurso y reclamó al mundo, e instó nuevamente a los ciudadanos iraníes a que se presenten ante la Justicia argentina».

«Sin justicia sólo hay negacionismo que genera terror, espanto, muerte, irracionalismo», afirmó el sionista Borger. [Quizás se estaba refiriendo al genocidio israelí en Gaza…]

Fuente: http://www.lahaine.org/index.php?blog=4&p=11629