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Quito.-Todo hace indicar que una serie de consultas entre los Jefes de Estado de los países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas precederá a la convocatoria de la Cumbre de esa organización solicitada por su Consejo de Cancilleres.
Al terminar anoche la cita a nivel ministerial que intentó sin éxito alcanzar una solución a la crisis provocada por las acusaciones colombianas contra Venezuela, los titulares del Exterior pidieron a los mandatarios analicen el asunto al más alto nivel.

Oficialmente nada se ha dicho de la fecha exacta ni la sede de esa próxima Cumbre a excepción de que, según el canciller venezolano, Nicolás Maduro, se llevará a cabo el próximo mes de agosto.

La primera interrogante sobre la posible fecha y sede acude a la mente al recordar que el 7 de agosto se registrará un cambio de gobierno en Colombia asumiendo el poder el presidente electo, Juan Manuel Santos, por lo cual parece improbable se celebre antes.

Ecuador ejerce actualmente la presidencia pro témpore de la Unión, aunque ese mandato debe finalizar el próximo 10 de agosto, si se toma en cuenta el momento de la asunción a esa responsabilidad hace seis meses por el presidente Rafael Correa.

Sin embargo, el 10 de agosto Correa deberá rendir su informe anual del gobierno ante el Parlamento ecuatoriano, según señalaron algunos observadores, por lo cual es posible una fecha distinta para la entrega de la presidencia pro témpore a Guyana.

Tomando al pie de la letra todas estas cuestiones, el intercambio de consultas previas, el cambio de mando presidencial en Colombia y la ceremonia de traspaso de la jefatura de UNASUR a Guyana, parecen indicar que la Cumbre deberá esperar a la segunda quincena de agosto.

En ella no estará ya el agresivo mandatario colombiano actual, Alvaro Uribe, y para algunos eso podría favorecer que los Jefes de Estado consigan una solución al conflicto existente.