Eduardo Gudynas
Acción y reacción
La economía convencional que prevale en estos tiempos insiste en predecir: se ufana de sus metodologías, predice cuánto crecerá un país, y juega a ser un oráculo del desarrollo futuro. Según una reciente predicción, la mayoría de los economistas consultados señaló que Brasil sería el campeón de futbol en Sudáfrica, seguido por las posibilidades de Argentina. El sondeo se presentó el jueves primero de julio, un día antes que comenzara la ronda de partidos de los octavos de final. Al día siguiente, Brasil perdió frente a Holanda, horas más tarde Uruguay le ganó por penales a Ghana, y al día siguiente, Argentina fue goleada por Alemania. Con esos resultados, las predicciones de los economistas le erraron en casi todo, y sus dos candidatos, Argentina y Brasil quedaron fuera de competencia.


En efecto, ese sondeo global de la agencia de noticias Reuters, realizado entre 100 economistas interesados en el fútbol, arrojó que la mayoría predijo que Brasil sería el campeón (más de un tercio de votos), seguidos por Argentina (31 votos), y sólo en tercer lugar aparecía España (con 20 votos). “Desde hace tiempo que hemos apuntado a Brasil como ganador del torneo y aún se espera que España sea finalista, y estas conclusiones permanecen sin cambios respecto a nuestros pronósticos previos al certamen”, dijo Peter Dixon, de Commerzbank, a la agencia Reuters.

Los economistas estaban muy confiados al lanzar estas predicciones, ya que venían acertando más que en el campeonato mundial anterior de 2006, cuando sólo una minoría pronosticó una victoria de Italia.

El reporte de Reuters confirma esa pretensión de predicción estadistica propia del ethos de la economía convencional. Allí se dice que “algunos bancos y consultorías emplearon complejos modelos estadísticos para predecir a los ganadores del Mundial”, pero enseguida agrega: “varios ya se han equivocado”. El sistema de Commerzbank es presentado como más preciso que el modelo de  J P Morgan, que “falló estrepitosamente al dar a Inglaterra como ganador”. Enseguida el informe de Reuters admite que “otros han optado por adivinar o guiarse por supersticiones”. Dos días después de esas predicciones, sólo España seguía en carrera. Dejo al lector las semejanzas que esto tiene con las prácticas profesionales de buena parte de ess economistas en esas instituciones.

Las cuatro elecciones en llegar al tramo final fueron Alemania, España, Holanda y Uruguay. Queda así confirmado lo que muchos sospechan: los economistas convencionales son bastante malos predictores. No es un problema que afecte a todos los economistas (por suerte), pero es algo bastante difundido en la profesión y entre algunos bancos y agencias. A esos economistas convencionales, sin embargo, se les debe reconocer que a pesar de sus continuos erros, son tenaces y constantes, y siguen insistiendo en predecir el futuro.

El reporte de Reuters con las predicciones de los economistas – ver…

Y para la “celeste” de Uruguay, el reconocimiento por estar entre las cuatro mejores del mundo … contra todos los pronósticos.

Fuente: http://accionyreaccion.com/?p=267