Colombia continua abasteciendo al mercado consumidor adicto de EE UU
MS-El polvorín
Un narcosubmarino big-foot exhibido en la Naval Air Station Key West en Florida
Un narco submarino, llamado Big Foot sub por la Armada de EEUU, es un vehículo marino ilegal; construido por narcotraficantes colombianos para transportar cocaína de Colombia a los Estados Unidos. Los narco submarinos empezaron a ser usados al final de la década de los 90s, y aunque se les llama submarinos, estos generalmente no tienen la capacidad de sumergirse completamente, por lo que técnicamente, son semi-sumergibles.
El Big Foot sub es capaz de deslizarse al nivel del agua, solamente con la pequeña cabina y dos tubos (escape y ventilación) sobresaliendo del agua.
Debido a su capacidad de viajar semi-sumergido, es extremadamente difícil detectarlos visualmente. Su detección por radar o luz infrarroja es igualmente difícil. Debido a su construcción de fibra de vidrio, también son prácticamente invisibles a la detección por sonar.
Durante la década de los 80s, las lanchas go fast eran las embarcaciones preferidas de los narcotraficantes, debido a su alta velocidad de crucero tanto de día como de noche; pero al mejorar la cobertura de radar por parte de México, y especialmente de los EE.UU., los narcotraficantes colombianos han modificado y adaptado nuevos métodos y tecnologías para evadir la detección en alta mar; diseñando y construyendo semi-sumergibles, apodados narco submarinos.
Un narco submarino de 20 metros puede transportar unas 10 toneladas de cocaína a una velocidad de 23 km/h. La primera vez que la Armada de los Estados Unidos capturó un narco submarino, fue en el 2006 a unos 145 kilómetros al oeste de Costa Rica. Los marinos estadounidenses lo apodaron Big Foot porque habían recibido rumores de la existencia de dichos navíos clandestinos, pero nunca habían visto uno. En 2006, las autoridades estadounidenses declararon que habían detectado tres narco submarinos; en 2008 reportan la detección de diez por mes, pero la tripulación del semi-sumergible invariablemente hunde su propio navío para destruir toda prueba de actos ilícitos. Aún cuando los narcotraficantes logran el trayecto de dos semanas hasta los EE. UU. sin ser detectados, los narcóticos son descargados y el aparato es hundido.
Construcción
La costa occidental de Colombia tiene muchos ríos que cruzan la selva y desembocan al Océano Pacífico, facilitando la construcción de varios astilleros clandestinos, difíciles de descubrir pero con un fácil acceso al mar. A veces, los narco submarinos son fabricados en una bodega, transportados por partes y ensamblados en las costas del Océano Pacífico o del Océano Atlántico. Se calcula que el tipo de narco submarinos que se han confiscado hasta la fecha, implica un costo de construcción de $1 millón de dólares por navío, así como un tiempo de construcción aproximado de un año.
En el 2000, la policía colombiana descubrió un submarino con casco metálico en una bodega en Bogotá, el cual estaba todavía en proceso de construcción. Ya terminado, el submarino hubiera medido unos 32 metros de longitud, con una capacidad de carga de 150 toneladas de cocaína, un alcance de 3,800 kilómetros, y una capacidad de sumergirse de 100 metros (330 pies) de profundidad.
La tecnología aplicada a los semi-sumergibles ha evolucionado desde la década de los 1990s, produciendo navíos más seguros, sofisticados y veloces. Normalmente, cuentan con estructura y cubierta de fibra de vidrio, un motor diesel de 300 – 350 hp y son tripulados por 3 o 4 pescadores contratados. Los navíos son capaces de transportar unas 10 toneladas de cocaína a un alcance de 3,200 kilómetros. Cuentan con tanques de combustible y con tanques de lastre para estabilidad y flotación regulable justo a la superficie del mar.
Los navíos cuentan con ventilación permanente al exterior, pero ingenieros colombianos opinan que el calor en el interior ha de ser extremo, debido al clima, la humedad y al motor funcionando constantemente. Algunos narco submarinos cuentan con una delgada capa de plomo en la cubierta para evitar detección por medio de luz infrarroja. En la mayoría de los casos, la mejor oportunidad de detección es de día y por medio visual desde una aeronave.
Estrategas estadounidenses y colombianos calculan que unos 100 narco submarinos realizan el recorrido hasta los EE. UU. .
Rutas
Se han interceptado narco submarinos en el Océano Pacífico, Océano Atlántico y en el Mar Caribe. Los guardacostas de los Estados Unidos declararon que los narco submarinos cuentan con navegación satelital (GPS) y un sistema de apoyo logístico completo por buques de pesca que los reabastecen de combustible, agua, comida e información de barcos y aeronaves en la proximidad. Para los tripulantes al mando de un narco submarino, completar su trayecto y entregar el cargamento de cocaína, representa un pago de salario de unos $100,000 dólares. En 2006, un narco submarino de 11 metros de largo fue encontrado abandonado en la costa de España
Entre 1993 y 2008, decomisaron en Colombia 26 narco submarinos tanto en proceso de construcción como en el mar, durante 2007 las fuerzas armadas de Colombia confiscaron un total de trece narco submarinos, y durante 2008, decomisaron ocho.
Los guardacostas estadounidenses se encuentran programando y ajustando sus hydrófonos (micrófono marino) para detectar los sonidos particulares de este tipo de navío desde larga distancia
El Congreso de los EE. UU. esta por producir una ley que les permita arrestar -en aguas nacionales e internacionales- a todo operador de semi-sumergibles no identificados, ya se confisquen narcóticos o no. El crímen llevaría una pena de 20 años de prisión.
El 16 de julio del 2008, la Armada de México interceptó a un narco submarino de 10 metros de largo navegando rumbo al norte a unos 200 kilómetros al sur del Puerto de Salina Cruz, Oaxaca, México. Haciendo uso de información proporcionada por agencias de EE. UU., un helicóptero naval, adecuadamente pertrechado y con fuerzas especiales de Infantería de Marina a bordo, efectuó una operación de inserción vertical vía soga rápida, sorprendiendo y arrestando a la tripulación de cuatro personas, la cual no opuso resistencia. El semi-sumergible portaba cerca de 6 toneladas de cocaína
El vehículo surgió como algo salido de una película de ciencia-ficción, pero era realidad. Era noviembre de 2006, y la patrullera de la Guardia Costera descubrió una mancha extraña en el mar a 100 millas de Costa Rica. A medida que la patrullera se acercó, lo que parecía ser tres snorkels asomando fuera del agua se hicieron visibles. Luego, algo aún más sorprendente fue descubierto adjunto a los tubos de aire: un submarino casero con cuatro hombres, un fusil AK-47 y tres toneladas de cocaína.
Ahora, el submarino casero de 49 pies de largo, se exhibe frente a la oficina del contralmirante Joseph Nimmich en Key West, Florida. Aquí, en la Fuerza de Tarea Interagencial Conjunta del Sur, Nimmich comanda los esfuerzos de incautación de drogas en las aguas al sur de la los Estados Unidos. De ojos acerados, canoso y vestido con un mono azul, mostró el sub casero una calurosa tarde de febrero de 2009, cual un cazador alardeando de su captura. «Hemos tenido rumores e indicadores de esto por un período muy largo de antemano», confesó, por eso lo apodaron Bigfoot, como al elusivo mounstro legendario de las forestas norteamericanas