Agencias / Aporrea.org
Ecuador se sumó hoy a los países que respondieron con acciones diplomáticas al asalto israelí a una flotilla que llevaba ayuda a Gaza, aunque sin llegar a la suspensión de las relaciones con Israel como hizo el martes Nicaragua.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dispuso llamar a consultas al embajador de Ecuador en Israel, Rafael Veintimilla, en rechazo al ataque israelí a la «Flotilla de la Libertad», señaló un comunicado de la cancillería.

«Esta medida implica el inmediato retorno al Ecuador del embajador» Veintimilla, precisa la nota.

La víspera, el Gobierno de Nicaragua, país que al igual que Ecuador pertenece a la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), anunció la suspensión de las relaciones diplomáticas con Israel por un tiempo indeterminado a causa de la acción acometida el lunes contra los activistas que querían romper el cerco establecido en torno a Gaza, uno de los territorios de la autonomía palestina.

Una decena de personas murieron y unas 40 resultaron heridas, incluidos soldados israelíes, cuando la flotilla, compuesta por seis barcos que transportaban a unas 750 personas y un cargamento de ayuda humanitaria, fue abordada en aguas internacionales.

El Gobierno de Nicaragua «condena el criminal ataque llevado a cabo por el Gobierno de Israel contra la ‘Flotilla de La Libertad’. compuesta por activistas humanitarios desarmados que iban en camino a Gaza en una misión humanitaria para llevar asistencia a los pobladores palestinos y árabes que viven bajo el bloqueo de su territorio», dijo Rosario Murillo, portavoz del Ejecutivo.

Israel no tiene embajada en Managua, aunque su embajador en Costa Rica, Ehud Eitam, está acreditado ante las autoridades nicaragüenses.

Otros dos países de la ALBA, Bolivia y Venezuela, tienen rotas las relaciones con Israel desde enero de 2009 debido precisamente a una ofensiva de las tropas del Estado hebreo contra Gaza que dejó más de 1.400 palestinos muertos, en su mayoría civiles.

«¡Maldito seas Estado de Israel, maldito seas!», dijo hoy el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al reiterar su condena de lo que definió como una «masacre» del «Estado genocida de Israel» contra un «grupo de pacifistas».

Chávez criticó al Gobierno de EE.UU. por haberse limitado a expresar «preocupación» por la acción contra la «Flotilla de la Libertad» y le acusó de «patrocinar el terrorismo», la misma imputación que las autoridades estadounidenses hacen a Venezuela cada año desde 2006.

Estados Unidos «condena el terrorismo siempre y cuando no sea cometido por ellos mismos o sus aliados (como) Israel», dijo.

«Eso es un crimen de guerra. ¿Dónde está la Corte Penal Internacional, dónde están las Naciones Unidas, dónde está la justicia en este mundo, por el amor de Dios?», se preguntó el mandatario venezolano.

Chávez llegó incluso a pedir a los oyentes y espectadores, pues hablaba por cadena nacional de radio y TV, que imaginaran que hubiera pasado si en lugar de cerca de Israel hubiera ocurrido cerca de Venezuela.

«Imagínense, Dios nos libre, que eso hubiera ocurrido en aguas venezolanas. ¡Ya estaríamos invadidos! Tengan la seguridad de que ya nos hubieran invadido», afirmó el jefe del Estado, quien denunció que hay planes de «terroristas israelíes» para asesinarlo.

Además de la suspensión de las relaciones con Israel anunciada por el Gobierno, la Asamblea Nacional de Nicaragua, por unanimidad, aprobó hoy una declaración de respaldo al derecho del pueblo de Palestina a vivir en paz dentro de fronteras seguras reconocidas internacionalmente.

La Asamblea exhortó a Israel y los palestinos a que interpongan la seguridad, la vida y el bienestar de los miles de niños y hombres que viven en ambos territorios sobre cualquier tipo de interés ideológico, político, económico y que se logren acuerdos que permitan una coexistencia pacífica.

Además, instó a la ONU para que continúe investigando y aportando indagaciones sobre las denuncias de violaciones de derechos humanos con respecto al bloqueo económico en la franja de Gaza.

Sobre la investigación de lo sucedido a la «Flotilla de la Libertad» pedida por numerosos países, entre ellos la mayoría de los latinoamericanos, el presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador mexicano Claude Heller, dijo hoy que no hay consenso sobre cómo debe hacerse y quién sería el responsable.

«No hay una decisión sobre este asunto (…) Este es el centro de las discusiones y las consultas», dijo Heller en una conferencia de prensa en Naciones Unidas.

El embajador mexicano reconoció que el máximo órgano fue ambiguo en la declaración que adoptó la madrugada del martes, en el que se pide que la investigación sea «rápida, imparcial, creíble y transparente, de acuerdo con los estándares internacionales».

El próximo paso son consultas entre Gobiernos, así como en Naciones Unidas y con el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, para concretar la naturaleza de la investigación.

Precisamente, Ban pidió este miércoles a Israel «una explicación completa y detallada» del asalto, al tiempo que exigió el levantamiento del bloqueo israelí a la franja por ser «contraproducente, insostenible y equivocado».

Ban resaltó que se deben tomar todas las medidas necesarias para que no se repita «un incidente de este tipo» y agregó que «todas las partes implicadas deben actuar con sentido de la responsabilidad y con cuidado, en respeto al derecho internacional».

Por su parte, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU decidió en Ginebra enviar una misión internacional «que investigue las violaciones de la ley internacional, incluida la ley humanitaria internacional, durante el ataque israelí a la flota que transportaba asistencia humanitaria».

Presionado por la comunidad internacional, Israel terminó hoy la expulsión de 500 activistas de la flotilla que quedaron detenidos después del asalto, los cuales partieron en siete aviones civiles, seis turcos y uno griego.

Entre los expulsados hay 17 heridos en el asalto que llegaron hoy a Ankara.

El Gobierno israelí afirmó que los soldados que abordaron la flotilla debieron hacer uso de la fuerza en defensa propia, pues los activistas los atacaron.