Miles Useche

Este fin de semana se nos antoja muy movido en el territorio de la Canadá multilinguista. Será la sede, casi simultáneamente de las reuniones de los llamados grupos G-8 y G-20, los cuales en alegre comitiva se están haciendo presentes, tratando de ocultar sus terribles condiciones financiero-económicas, luego de tres interminables años de fraguarse una crisis que no pareciera tener fin. Los líderes del G-8 y G-20, que el año pasado experimentaron lo más severo de las turbulencias en sus “mercados internos”, con una demostración de fuerza sin precedentes, comenzaron a llegar a Toronto este jueves pasado, para evaluar el estado de sus economías ante los nuevos desafíos, tal como el crecimiento de sus déficits presupuestarios que han justificado como herramientas para apuntalar la recuperación económica.

Las grandes cadenas informativas, tanto impresas como televisivas, siempre al servicio de los gobiernos capitalistas de USA y Europa, han desatado una intensa campaña de enmascaramiento de la situación real y han tomado el atajo de referirse profusamente a las condiciones de seguridad y las movilizaciones policiales para proteger a sus líderes, y también acerca de las manifestaciones de protesta que se han suscitado. Así nos encontramos con los principales diarios casi exclusivamente reporteando esas circunstancias y si nos vamos a CNN, la inocultable cadena pro-yanqui, pudimos chequear un segmento de media hora en el cual le dedicaron 16 minutos a las casos fortuitos de seguridad, como la detención de un personaje con explosivos, motores y combustible, que luego resultó ser un “típico minero canadiense” aprestándose a sus labores y sólo 3 minutos a los verdaderos motivos de las cumbres. De la misma manera, se le dio un espacio increible a citar la condición de “nuevos representantes” de Gran Bretaña, Japón y Australia, precisamente en países que sus respectivos gobiernos cayeron producto de los remolinos críticos. Por otra parte, lo más incongruente de las reuniones se nos presenta en la caracterización de unas conferencias de países industrializados y en vías de desarrollo, pero pletóricos de problemas los cuales hacen tambalear casi en forma terminal esas débiles economías…¿Qué cosas nó?.

En otro orden de ideas, nos encontramos con una aparente desaveniencia entre “Papá USA y sus socios de la Comunidad Europea, ya que los gringos están abogando para que los países del bloque norte del viejo continente, no deroguen los planes de gastos extraordinarios, para así beneficiar el ingreso de sus productos y la respuesta de la UE, con Alemania y la Angela Merkel liderando las medidas de austeridad y rechazando a aquellos gobiernos que se muestran adictos a los endeudamientos como solución fácil para estimular la demanda. Como se ve nos encontramos con unos cuellos de botella hacia los propios conceptos básicos del capitalismo como la oferta y la demanda en severas contradicciones operativas.

Pero, nosotros vamos a establecer una hipótesis de trabajo sobre la aparición de una “agenda oculta” en las reuniones de Canadá, el primer indicio aparece con la invitación para que Colombia y Afganistán estén presentes como observadores. ¿Acaso esas repúblicas , con la aplicación por un lado del Plan Colombia ha dejado de ser el primer productor mundial de cocaína y ha reducido el “terrorismo de las FARC y los para-militares?. Recordemos que existen dos grandes centros productores de drogas en el mundo, en primer caso Colombia, un país ocupado por siete (7) bases militares y 50.000 soldados gringos, más un subsidio anual de 3.000 millones adicionales de dólares para su propio ejército y con más de 400.000 hectáreas de cultivo de hojas de coca, que se requieren para producir tanto clorhidrato de cocaína como sea la demanda en los EEUU y por supuesto con todo ese aparato armado se garantiza el transporte hacia su destino final, las calles de las grandes ciudades norteamericanas, como Nueva York, San Francisco, Miami, Los Angeles, Oklahoma,Washington, etc, y para ello se utilizan los grandes aviones de transporte de la US-Air Force (C-5) y se deja para la picaresca policial el cuento que, la mayor cantidad de droga es llevada a través de Venezuela con unos capos criollos y cubanos especializados en esos menesteres.

El otro gran centro productor, en este caso de heroína y opio es Afganistán en el Medio Oriente, con una extensión de 300.000 hectáreas sembradas de amapola, el vegetal precursor para la obtención de la heroína y otros opiáceos. Este es otro país ocupado por los EEUU, con 130.000 soldados establecidos desde hace 10 años en la zona y dirigidos por los dos más esclarecidos generales procedentes de West Point, tal el caso de Mc Cristel (hoy día en desgracia con Obama) y Petraus. Desde esta escarpada región de Los Talibanes proceden los centenares de kilogramos de drogas requeridos por los ávidos consumidores europeos y que en forma confiable y protegida por el US Marine Corp se distribuye por las acogedoras y centenarias ciudades del “Viejo Continente” absolutamente decadente y drogadicto. Por cierto, es bueno recordar que precisamente durante el Régimen presidido por el Talibán, se controló en forma terminante la producción de los estupefacientes, pero bastó la ocupación de los gringos para que nuevamente floreciera el paraíso de los cultivos protegidos, incluso en forma grotesca nos encontramos con la colaboración de los combatientes talibanes en el mercadeo de la droga, haciéndolo con la aviesa intención de mantener la condición de “cuerpo drogo” al ejército de USA. Así queda plenamente demostrado que en las Cumbres del G-8 y G-20, se discutió ampliamente el tema, por cuanto del mercadeo de la droga, tanto desde Colombia como de Afganistán se mueven en conjunto unos 650.000 millones de dolares (leyeron bien), cantidades muy significativas y atractivas para pensar en el control de las mismas a través de los gobiernos, ya desvergonzadamente sin caretas, pero con montos importantes para atacar los déficits presupuestarios en sus respectivas democracias occidentales. Así de sencillo.

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