Guglielmo Epifani, el secretario general, de la Confederación General Italiana del Trabajo (Cgil), sindicato convocante de la manifestación, remarcó que el ajuste económica «frena el desarrollo».
«Hay un bloque social a quien nadie pregunta qué se puede hacer para apoyar el saneamiento de las cuentas del país», reclamó Epifani.
«Este plan no es justo, no hace nada para la reforma, el desarrollo y el empleo», dijo, tras cuestionar que en Europa se le hizo «un llamamiento a todos los ciudadanos a sacrificarse y no sólo los trabajadores».
Las medidas económicas del Gobierno español pretenden situar el déficit en el año 2012 en un 2,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
Con el citado objetivo, Italia busca reducir la deuda pública para evitar situaciones como la de Grecia, país que entró en crisis económica y afectó a la zona euro al ingresar en esta a través de diferentes mecanismos «turbios», según expertos que investigan el caso.
Para evitar que Italia sea arrastrada por la recesión de Grecia, el Gobierno de Silvio Berlusconi prevé recortes por 24 mil millones de euros (28 mil millones de dólares) en el gasto público en 2011 y 2012.
Alcanzar la citada meta implica entre otros aspectos, el congelamiento de sueldos de 3,5 millones de empleados públicos hasta el año 2013 y recortar el 10 por ciento de los salarios de los altos cargos.
También incluye el congelamiento de inversiones por 13 mil millones de euros para regiones, provincias y ayuntamientos. Se retrasará por seis meses la jubilación de los trabajadores que cumplan los requisitos, entre otras medidas.
Los trabajadores tienen pautado otra huelga general para el próximo 25 de junio, contra las medidas del Gobierno.