Este material, que suelen ser transportado a través de la frontera entre EEUU y México por contrabandistas individuales en cantidades limitadas, tiene un valor calculado en 20 millones de dólares.
En total, los expertos de la ONU estiman que en México existen unos 10 millones de estos artículos no registrados, suficiente para proveer a uno de cada tres hombres adultos.
No obstante, la ONU opina que a nivel mundial, el tráfico de armas de fuego (como pistolas y ametralladoras) sólo afecta al 1% de las que ya están en circulación.
Debido a la gran competencia en EEUU, los precios de las pistolas o ametralladoras en ese país son muy bajos, a diferencia de México, donde hay más regulación. La ley mexicana permite poseer un arma siempre que se registre en el ministerio de Defensa y sólo para uso deportivo o para defensa doméstica, pero la venta está prohibida.